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Homilía

Homilía del 7 de marzo de 1998

Charla ID:

1998.03.07.H

Título:

Amar a lo divino o amar a lo humano

Duración:

0:23:11

Temas:

Palabras Clave:

Fecha Litúrgica:

Martes de la 4º semana de Cuaresma (II)

Texto Bíblico:

Mt 5: 43-48

Comentario:

El Padre habla de la conducta de los cristianos frente a la conducta de los paganos. Se refleja esto en el tema del amor, cómo se ama a lo divino y cómo se ama a lo pagano. El amor cristiano no tiene límites. El amor en la Trinidad y el papel del Espíritu Santo. Cuando limitamos el amor a lo que nos gusta, limitamos el amor a nosotros mismos. Hemos sido llamados a un amor ilimitado en este mundo. Luego habla de la mediocridad en nuestra relación con el Señor. Y el problema de que el corazón, hecho para amar sin medida, se apega a las cosas pequeñas y a las creaturas. A la caída de la tarde vamos a ser juzgados del amor.

Resumen:

El Padre explica que el Evangelio enfatiza cómo la conducta cristiana debe ser radicalmente diferente a la del mundo, especialmente en lo referente al amor. Mientras que el amor mundano es limitado y selectivo, el amor cristiano debe ser universal e ilimitado, como el del Padre Celestial que ama tanto a buenos como a malos. Este amor no debe tener restricciones ni condiciones, debe extenderse incluso a los enemigos y a quienes nos persiguen. El fundamento teológico de esta enseñanza radica en que el amor verdadero no tiene límites - en cuanto se le ponen límites o condiciones, deja de ser amor auténtico. El Espíritu "sopla donde quiere" y el amor es esencialmente libertad, no depende de los méritos del amado. El Padre advierte que frecuentemente limitamos nuestro amor no solo hacia los demás, sino especialmente hacia nosotros mismos, conformándonos con una vida mediocre cuando estamos llamados a una vida de santidad y amor total. La homilía concluye enfatizando que seremos examinados del amor al final de nuestras vidas - no de cumplimiento de normas, sino de cuánto hemos amado y entregado. El verdadero amor implica una entrega total del corazón y la vida, rompiendo con nuestro "mundillo" limitado para abrazar el amor ilimitado de Dios. La felicidad, tanto en esta vida como en la eternidad, está directamente relacionada con nuestra capacidad de amar sin restricciones.

Comentario Técnico:

Buen sonido

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