Las verdades de Perogrullo: un ciego no puede guiar a otro ciego. Tenemos que tener los ojos abiertos para percibir la verdad. Mediante la contemplación de las cosas creadas, llegamos a Dios. De las creaturas a Dios. Debemos educar nuestra sensibilidad y debemos tener un corazón fino. Si somos ciegos y zopencos no podremos conducir a nadie. La vida de San Francisco, pareciéndose al Señor cada día más. Acabado el aprendizaje seremos como el Maestro. Es una meta sumamente consoladora. El modo de la corrección fraterna. Es frecuente que nosotros los formadores tengamos unos defectos de camello, y en cambio, a la gente que corrijamos tengan solo unos pequeños defectitos. Y esto podemos estar convencidos de que acertamos. Lo cual producirá que cuando corregimos, no vayamos con aire de perdona vidas.