Meditación
Meditación del 29 de agosto de 1981
Charla ID:
1981.08.29.M
Título:
Balance de la temporada del verano en el Pedregal 1981
Duración:
0:23:45
Temas:
Palabras Clave:
Fecha Litúrgica:
Texto Bíblico:
Comentario:
Para uso interno por el estilo de hablar del Padre. Terminada ya la temporada de verano y ante las puertas de un nuevo curso que se promete interesante, llegamos al momento de hacer un balance. Solo Dios sabe en qué grado positivo o negativo ha sido el balance. Habéis trabajado, echado carne al asador. Habéis hecho lo que habéis podido, también las meteduras de pata. Todo tiene que haber. Las meteduras de pata hacen su papel. Aumentan nuestra confianza en Dios, avivan el espíritu de lucha. Este curso que empieza se promete muy interesante. Espero que el Señor nos ayude y nosotros secundemos sus planes. Nosotros somos los que recortamos los planes de Dios. Para mi este verano no ha sido nada fácil. Así lo habrá querido el Señor. Mis achaques, ninguno grave, pero suficientemente molestos. Y luego sus sufrimientos: el mío propio personal al comprobar que no le daba al Señor lo suficiente. Y vosotros. Las faltas de amor y de generosidad me las apuntaba a mi cargo. Un verano duro. No me quejo. Por dos razones, porque nos embarcamos en una aventura que nos tenía que llevar a una especial participación de los sufrimientos del Señor. Es nuestra vocación. El destino al que hemos sido llamados de una manera especial. Esto no puede quedarse en ruido de palabras. Tiene que llegar a ser una realidad. Una cosa son los planes y otra la realidad. La cruz siempre es la cruz. Sufrir es lo nuestro. La gente vamos a llevarla a Dios a través de la donación de nuestra propia vida. "El que pierda su vida por mí, la hallará" Esto no puede ser literatura. Esta es una frase con aristas. Por otro lado, después de todo, vemos que pese a nuestras deficiencias Dios nos va bendiciendo. "El grano de trigo que cae en la tierra..." Llegan cartas muy bonitas de un lado y de otro. De España, de América. Y luego el prometedor curso. La gente que depende de nosotros. Nuestra vida le pertenece a ellos. Hoy podíamos mirar nuestra vida con una gran esperanza. Pienso en los pasajes del evangelio que son tan bonitos. Estamos llamados a sufrir y a las noches. Las vírgenes que esperaban llegar al esposo. "Hacia la medianoche se oyó un clamoreo..." Debemos pensar en la vuelta del lejano Rey. San Juan de la Cruz y la obscuridad de la medianoche. Con esta ilusión y esperanza, debemos empezar el día de hoy y despedir el mes y saludar el curso que empieza. Esta misa de hoy sábado a los pies de la Virgen podía ser ofrecida por esto. El amor que el Padre nos tiene y el sufrimiento cuando nos ve cojear un poco. Esa cojera vuestra se debe a mi cojera de las dos piernas. Esto me hace sufrir mucho. Dios os encomendó a mi cuidado. Vosotros sois las niñas de sus ojos. Vuestras faltas de amor me hacen sufrir. Pero Dios me ha dado una virtud: la de la esperanza y confianza en Él. Dios me ha sostenido en los momentos más difíciles de mi vida. Paulino dice que soy un luchador. "Si huyera de tu lado, búscame tu de nuevo..." "No fuisteis vosotros los que... " "... allí donde me viste tu primero" Y de nuevo en el sendero caminamos con Él. Estoy convencido de la actitud de confiar en Dios no depende de nosotros, sino pura gracia. A nosotros nos queda ponernos delante de Él y dejar que nuestra vida pertenezca a Él. "... volver al vista atrás". Nuestras meteduras de pata son bonitas porque nos sirven para aumentar más el amor en Dios. Y comprobar lo mucho que Dios nos ama. Comprobamos su fidelidad. Las vírgenes se adormilaron. ¿Cómo podríamos cantar la misericordia de Dios si no fuera por nuestras meteduras de pata? Su fidelidad no falla nunca. Aquí lo dejamos.
Resumen:
Resumen
Comentario Técnico:
Buena calidad de sonido