El Padre habla de que ha vivido ya muchas navidades. Algunas de ellas tristes y accidentadas, como aquélla que salió huyendo para salvar su vida. Pero esta Navidad, la del 2009, está tentado por una tristeza por la Nación en la que vivimos. Compara el Padre la Nación antigua tan católica con la persecución actual. Habla de la crisis del mundo. Y también la crisis de la Iglesia. Una crisis presentada hoy día como triunfalista. "El humo de Satanás ha entrado en la Iglesia..." Pablo VI. El Padre se siente muy triste. Pero es una tentación profunda, porque como cristiano vive de esperanza. Si Cristo está con nosotros... tenemos motivos para ser felices. No nos dejemos sobrecoger por el temor. "No tengáis miedo, pequeño rebaño..." Lo normal es la indiferencia de la mayoría. Son pocos los que se alegran de su venida. "Mirad que padeceréis persecución, pero yo estaré con vosotros..." Si vemos que el mal triunfa, sabemos que es una aparente victoria. Su derrota será muy profunda. El camino de Cristo es el camino del rechazo y fracaso. Su camino es nuestro camino. El hecho de ser una minoría es un motivo de esperanza y alegría. Se nos da la gracia de compartir la vida con Cristo. Esta es la gracia de las gracias. "Compartir los padecimientos de Cristo para compartir su glorificación..." Dios se toma muy en serio la reparación del pecado hasta un punto que nosotros no lo entendemos. Hoy día se extiende la idea de la salvación universal y el cristianismo anónimo. Es una aberración. El amor es esencialmente libre y supone una aceptación o rechazo en libertad. Se destruye la libertad del hombre. El Padre critica la idea de que todas las religiones son buenas. Se nos priva de compartir la vida de Cristo. "He luchado un buen combate..." Se nos priva de poder decir estas mismas palabras de San Pablo. "¿Cómo puede haber corona sin victoria..." "Si vas hacia el otero..." Emmanuel significa Dios con nosotros. "Me voy a prepararos un lugar..." "Donde yo estoy deseo que estéis conmigo". Pero para eso hay que estar con El ahora. El niño que nace en Belén es uno de nosotros. Nos quieren robar a este Jesucristo. Nos dicen que la Eucaristía es una comida de hermandad. Nos quieren privar de su presencia real sacramental. No podemos enamorarnos de un simbolismo. El hombre para amar necesita una persona. Se puede recibir el sacramento de la comunión de cualquier manera. El Papa Juan Pablo II y su convocatoria a Asis a todas las religiones, con la condición de que todos respetaran a los otros. ¿Por qué no respetan mi propia religión? Y termina hablando del acontecimiento del nacimiento del niño Dios. Dios vino a compartir nuestros sufrimientos. Y para acompañarnos en el camino. Y no estamos solos.