Homily
Homily del 24 de agosto de 2014
Charla ID:
2014.08.24.H2
Título:
La limpieza de corazón para poder orar
Duración:
0:54:31
Temas:
Palabras Clave:
Fecha Litúrgica:
Texto Bíblico:
Mc 7: 31-37
Comentario:
Para uso interno por el estilo de hablar del Padre. Segunda homilía del Padre en este domingo. Narra el evangelio del día a su manera. ¿Qué es un sordomudo? El Padre explica por qué el Señor hizo unos gestos para curarlo cuando podría haberlo hecho con sus propias palabras. "Todo lo hizo bien". Le mete el dedo en los oídos para que pueda oír y saliva para limpiarle la boca. Para poder hablar, primero es necesario escuchar. Hay que salir de los ruidos del mundo. El Señor lo aparta de la muchedumbre. Nos distraemos con tantas cosas durante el día. San Juan de la Cruz decía que todo pensamiento que no sea de Dios no vale para nada. Hay que ser limpios. El Padre habla de las tentaciones de impureza. Hay que saber sufrir para vencer las tentaciones de impureza. Esto es necesario para escuchar a Dios. Además, hemos de cultivarnos para apreciar la belleza. Debemos dejar nuestras preocupaciones para entrar a la capilla. Tenéis necesidad de tener a Jesús como amigo del alma. "Ya no os llamaré siervos..." Juntarse con el Señor es lo más maravilloso. "Mi amado, subiremos al monte del tomillo y de la jara..." El Padre explica esta poesía. Recuerda cuando era niño y subían a la montaña de Sierra Espuña y veía muchos manantiales, los cuales han desaparecido. La poesía expresa la belleza por medio de las palabras. Hay que limpiar las orejas. Dios no es un ser mudo. "La voz del esposo, he aquí que viene..." El Cantar es un libro poético. "Hermana mía... porque tu rostro es suave". La oración no es un monólogo sino un diálogo. Es necesario que vuestra vida sea limpia. Tenéis que quitaros la vagancia para hacer oración y oír la voz del Señor. "He aquí que estoy a la puerta y llamo..." La vida de intimidad de los dos. "Amado, yo quisiera al aire del jardín.." La belleza de la caída de la tarde. La voz del Señor se oye a través de la fe. El Padre cuenta que no le gusta su nombre, pero se lo pusieron por su abuelo. Pero cuando oye pronunciar su nombre de boca del Señor, su nombre le suena algo maravilloso. "Me pediste que hablara de las cosas las cuatro para mí las más hermosas..." Los ríos de montaña. Recuerda que en Cuenca había cuatro ríos de montaña. El Señor toca con su saliva la boca del sordomudo. Una conversación es diálogo. "Mi amado, las estrellas, el mar que besan proas de mil naves..." Lo que se dice a Jesús no lo puede entender nadie más. Hay que tener corazón limpio. La única tristeza de este mundo es la de no ser santos. "Es la voz del esposo como la huidiza estela de una nave..." Si fuéramos limpios, seríamos capaz de hablarles a todos. No creemos en esto, porque somos vulgares. Lectura del poema del lobo de Bubio de Rubén Darío. El Padre lee el poema completo. El hombre que escucha a Dios sabe hablar a todo el mundo. De nuestro amor a Dios, dependerá mucha gente. La historia de San Pascual Bailón. Las llagas de San Francisco. La identificación con Cristo. "Mi amado es para mí..." "El que coma mi carne..." Cuando comulguéis, no lo hagáis por rutina. No estáis llamados a ser tibios. "Ojalá fueras frío o caliente..." "Fuego he venido a traer..." En este mundo de mentira, vosotros tenéis que ser la luz. "A las aves ligeras, montes, valles.." "Oh noche amable más que la alborada..." Comentario de Dámaso Alonso al último verso. Sois muy buenos.
Resumen:
Resumen
Comentario Técnico:
Buena calidad de sonido