Segunda homilía de este domingo. Especialmente para nuestros chicos. Afirma que desde ayer tarde, pasada la noche está pensando cómo hablar del Amor de Dios y del Amor de Dios en nosotros. Y he estado al borde de la desesperanza porque me declaro incapaz. Hablar de Dios no es que resulte difícil, sino imposible. El Amor es Dios y Dios es el Ser infinito. Es la fuerza que mueve al Sol y a las Estrellas. El Amor hizo el Universo. El Amor se hizo Hombre. El Espíritu sopla donde quiere. Pero estás seguro que el Amor de Dios va a transformar tu vida. Es una fuerza inexpresable. Vivimos en el mundo de la maldad. Y necesita personas como nosotros para dar testimonio del amor. Historia de Santo Domingo del Vals. Historia de San Pelayo. El Padre se enfadaba al leer esta mañana la historia de Santo Domingo del Vals y cómo la Iglesia del Vaticano II ha borrado esta fiesta y cómo los judíos fuerzan la deformación de la historia. Debemos volvernos locos por Dios. Recuerdos de la infancia del Padre con su pandilla. No pensaba en el Señor. Pero el Padre sentía en su corazón de pequeño la nostalgia de un amigo de verdad. El amor a Dios es necesario para vencer las tentaciones. Y para nosotros en especial, las de lujuria. Si uno ama a Dios no lo traiciona. Lo mismo con el estudio. El Padre se encontró con el Señor y le hirió de tal manera, que fue transformado. La escena de San Pedro cuando sintió miedo y negó al Señor. Y el Señor no hace más que mirarlo cuando se tropezó después con San Pedro. Había traicionado a su amigo. Siempre lloró como un niño. La muerte de San Pedro. No seáis vulgares. Dios encomendó al Padre la tarea de enseñarnos a amar a Dios. El Padre se siente un completo fracasado. El Padre ha pasado por muchas vicisitudes. Recuerdos del Padre en sus correrías por la huerta de Murcia y la muerte de una niña de 15 años por tuberculosis. Lo que mas le hace sufrir al Padre ahora es las veces que no ha amado al Señor. Ha tenido muchas cosas buenas y muchas cosas malas. Uno llega al final de su vida con tantos altibajos y mira hacia atrás y se siente feliz. "El duro trajinar atrás se queda..." Ha sido una búsqueda del Señor. Debéis vivir con el corazón herido por el Señor. Dios se hizo uno como nosotros para que lo amemos a nuestro modo. Hoy es el día del Espíritu Santo. El que pone la fuerza en vuestro corazón es el Espíritu Santo: "El amor de Dios que ha sido derramado en nuestros corazones..." El deseo de amar lo pone el Espiritu Santo. "Os conviene que yo me vaya..." ¿Por qué? Si el Señor no se va, no envía al Espíritu. Es necesario para que compartamos sus sufrimientos. La ausencia del Señor es necesaria. El amor se demuestra en la dificultad. Uno llega al final de su vida desprovisto de todo. El Espíritu nos conducirá a la Verdad. Vivimos en un mundo, Iglesia, que es distinta de lo que predicó el Señor. Con el Espíritu descubriremos la mentira. En la Iglesia hoy domina el Modernismo. Hoy se predica un evangelio carente de sobrenaturalidad. Dejaos herir por el Espíritu. "Soy yo, pero ya no soy el que vive en mí..." Os ha tocado vivir el momento más difícil de la historia de la Iglesia. "Ven Espiritu Santo, llena los corazones de tus fieles..." Es tan importante esta oración. Habla de que dentro de poco los chicos se irán. El Espíritu os hará comprender las palabras del Señor. Decidle al mundo que los únicos felices son los que lloran. El llorar por amor a Dios es indescriptible. Felices los pobres... El Padre creyó que lo había dado todo y se dio cuenta que quedaba darle a Dios nuestro corazón. Referencia a su obra La Viuda Pobre. Al Padre le costó sangre esta entrega. Hoy es el momento de amar. El amor no admite demoras. Debéis formar parte del ejercito del Señor, como diría el Padre Lope. Y por último, el Señor nos dejará la alegría que nadie la podrá arrebatar. Igual con la paz del alma. El primer fruto del Espíritu es el amor y el segundo el gozo. Bienaventurados los pies de los que evangelizan la paz.