Para uso interno por el estilo de hablar del Padre. El Padre confunde al principio Epifanía por Pentecostés. Se centra en la primera lectura de San Pablo a los Colosenses. Las multitudes católicas viven despreocupadas de lo que está sucediendo y vamos camino del precipicio. Está en juego nuestra salvación eterna. Un concepto escamoteado hoy día: predestinación. Es un misterio de la libertad y la gracia. Hay predestinación positiva y predestinación negativa. El criterio de los buenos frutos. La destrucción de la Iglesia. El Padre habla también del reino de la mentira hasta en la jerarquía. Se miente a las ovejas. Legalización de las abominaciones. Crisis en los sacerdotes. El desprecio actual a la eucaristía. Comenta algo que sucedió con una ministra de la eucaristía. Crítica a los diáconos permanentes. El prefecto de la congregación de la fe no cree en la presencia real de la eucaristía. La destrucción de la familia. La burla de Jesucristo. La unción de los enfermos se puede dar a los ancianos y los que ya están envejeciendo. La labor del Espíritu Santo. Las canonizaciones actuales. Encuentros de Asís. La iniquidad está cercana a rebasar el vaso. Pero de Dios nadie se ríe. Los encuentros de multitud y la oposición al concepto de elegidos en el evangelio. Los últimos tiempos. Habla de que un jefe del banco del Vaticano es homosexual. La necesidad de la práctica de las virtudes, como la pobreza y el amor. La necesidad de permanecer fieles a las enseñanzas de Cristo. Y luego pasa a hablar de la paz de Cristo y la paz mundana. Nuestra vida es Cristo. El Padre recita una poesía suya: "Busqué en vano al amado..." "Los dulces ruiseñores que cantan en los chopos del otero..." "En vacilante vuelo y derrotero..." "Y aquí fueron mis penas fenecidas, junto al mar..." "Si de nuevo me vieres..."