Homily
Homily del 2 de octubre de 2011
Charla ID:
2011.10.02.H
Título:
¡La grandeza y la belleza de ser el último!
Duración:
0:38:15
Temas:

Palabras Clave:
Fecha Litúrgica:
22º domingo de Tiempo Ordinario (C)
Texto Bíblico:
Lc 14: 1-11; 1 Cor 15
Comentario:
Explicación del Padre de aquellas cosas que están en contra de nuestra naturaleza caída. La ocupación del último lugar. Mención a las películas que tienen la palabra último: El último mohicano, El último samurai, El último emperador. Mención a las monjas que fueron guillotinadas en la Revolución Francesa. Mención a la Última Cena. Las últimas palabras del cura rural. Comentario al texto evangélico: "Te doy gracias Oh Padre, Señor del Cielo y la Tierra, porque has ocultado..." El Padre comenta que ha ocupado siempre el último lugar. Comentario a sus correrías en América. Comentario al texto de la 1 Cor: "Porque pienso que el Señor a nosotros los apóstoles nos ha puesto los últimos..." Menciona a los alimentos que los americanos le enviaban a su parroquia y se los quedaba la diócesis. 1 Cor 15, San Pablo dice que Cristo se le apareció a él, el último, como un abortivo. Mención a la parábola del viñador que sale a todas horas y empieza a pagar por los últimos. Somos el objeto del amor de Dios. Mención al lavatorio de pies. Cristo eligió para sí mismo ser el último. Lectura del Profeta Isaías y el Siervo sufriente. El Padre está a punto de llorar en el minuto 34:05. Y le cuesta seguir hablando. Despedida de San Pablo de los presbíteros de Éfeso, y el Padre vuelve a quebrarse.
Resumen:
El Padre reflexiona sobre las enseñanzas de Jesús en el Evangelio, que a menudo parecen contradecir las tendencias naturales humanas, pero que en realidad reflejan la naturaleza humana en su estado puro y elevado por la gracia. Se enfoca especialmente en el concepto de ocupar el "último lugar", que Jesús promueve como camino a la santidad y grandeza espiritual. El Padre explica que el concepto del "último" tiene un aura de misterio y sublimidad, como se ve en expresiones culturales sobre "el último samurái" o "la última cena". Esto refleja una verdad evangélica profunda: que Dios revela sus misterios a los humildes y pequeños, no a los orgullosos y poderosos. Compartiendo su propia experiencia, el Padre describe cómo ocupar el último lugar en su vida sacerdotal le ha permitido servir a los más necesitados y experimentar la alegría de imitar a Cristo. Cita las palabras de San Pablo sobre ser "los últimos" y "condenados a muerte" como modelo del verdadero ministerio apostólico. El Padre concluye exhortando a abrazar las enseñanzas de Jesús sobre la humildad y el servicio como el camino más sublime, aunque desafiante, para compartir la vida de Cristo y experimentar el amor de Dios. Insta a reconocer la belleza del Evangelio y seguir a Jesús con todo el corazón.
Comentario Técnico:
Buena calidad de sonido. Transcripción con IA.