Para uso interno por el estilo de hablar del Padre. El Padre usa el texto del apóstol San Juan para la predica, no el texto del evangelio del día. El apóstol San Juan decía: "Os escribo a vosotros jóvenes..." Esto mismo os lo digo yo a vosotros. El Señor necesita jóvenes como vosotros dispuestos a todo por Jesús, a enfrentarse a un mundo y vencerlo. Enfrentarse con disparates y superarlo. El que tenga miedo no sirve para seguir a Jesús. Narración de la tormenta, Jesús y los discípulos en medio de la noche, cuando aparece andando por las aguas. Poneos en lugar de los discípulos viendo un fantasma andando por las aguas. Los jóvenes que tienen miedo no pueden seguir a Jesús. El Señor les propone una vida de aventuras y no lo aceptan. San Pedro es el que toma la iniciativa para ir andando por encima de las aguas. La petición de San Pedro era también un disparate. Pero al Señor no le pareció ningún disparate. El Señor le gustan los disparates. Los que se asustan, no sirven para nada. San Pedro saltó de la barca y se mantuvo de pie sobre las aguas. Un discípulo de Jesús no pude dudar ni tener miedo. "El que confíe en mí hará mayores cosas de las que yo hice". "Hombre de poca fe, ¿por qué tienes miedo?" El que está enamorado de Jesús emprende lo que sea. Narración de la muerte de Lazaro, amigo del Señor. Narración de cuando el Padre entró en el Cardenal Belluga y vio el letrero encima de la capilla: "El maestro está aquí y te llama". Aquellas palabras impresionaron al Padre. Sintió que iban dirigidas a él. El Padre entró dentro y le dijo al Señor: "¿De verdad me llamas?" El Señor me necesitaba. El Padre le dijo que tenía miedo y el Señor le dijo que no se preocupara porque El estaría siempre con él. Historia de los caballos desbocados en Totana cuando él era pequeño. Sabía que Jesús estaba con él. El Padre confiaba en el Señor. Y podría seguir contando historias. Por ejemplo la de San Pelayo por salvar la Eucaristía. Los americanos os marcháis dentro de poco a vuestra patria. Os habéis ganado nuestro corazón. Pero nuestro adios es sólo momentáneo. Se que algunos de los que os marcháis volveréis de nuevo. La aventura de seguir a Cristo es difícil. Y os haréis pescadores de hombres. Y cuando os vean, dirán que sois el Señor. El Padre dice que ya está viejito y que ya ha recorrido el camino. Y al final del camino os esperaré allí. Cuando llegues a la meta te esperaré. El Padre habla muy bien de ese momento final de encuentro al final entre él y sus hijos, y los hijos de sus hijos.