Homily
Homily del 31 de enero de 2010
Charla ID:
2010.01.31.H
Título:
Los principios fundamentales del cristianismo
Duración:
0:40:10
Temas:
Palabras Clave:
Fecha Litúrgica:
Texto Bíblico:
Mt 20: 1-16; Hc 20: 35; Jn 3: 16; Jn 15: 13; Mt 20: 28; Mt 5: 21
Comentario:
El Padre lee el evangelio del día. "Si vuestra justicia no es mayor..." Los obreros que llegaron temprano recibieron lo mismo que los últimos. Esto es una injusticia. Parece como que le damos la razón a estos primeros obreros. Exigían justicia. Exigimos nuestros derechos. El mundo de hoy habla mucho de los derechos pero no de los deberes. Movidos por el amor de Dios debemos dar todo lo nuestro. El cristianismo es todo lo contrario al exigir. "Hay más alegría en dar que en recibir..." Todo ello animado por el amor de Cristo. Dios no vació en dar a su propio Hijo. "Tanto amó Dios al mundo..." "Nadie demuestra más amor..." La religión cristiana es la religión de darse a los demás. "El que busque su vida..." Olvidamos esto muy frecuentemente. Olvidamos también: "Dad y se os dará..." El egoísta quedará reducido a la nada. "El Hijo del Hombre no ha venido a ser servido..." Nos encerramos en el egoísmo. Perdemos el sentido de la vida. Perdemos el gustar la alegría perfecta. "El amor de Dios se ha derramado en nuestros corazones..." "El que quiera ser grande entre vosotros..." Estos principios no han calado en nuestro corazón. Nuestra vida no tiene sentido sin estas enseñanzas cristianas. La Alegría perfecta es el fruto del Espíritu Santo. Nos parece todo muy difícil. Hemos llegado a un cristianismo reducido y chato, desnatado y light. Hemos dejado de entender los grandes principios. Ayer leía que un obispo de España, buena persona, y les propone a los jóvenes que su objetivo es acabar con la violencia contra la mujer. Pero hay que acabar contra toda violencia, no solo contra la mujer. El Padre critica a este obispo pero no dice el nombre. Hemos perdido los principios elevados del cristianismo. El amor y la generosidad en el evangelio. El sermón de la montaña. "Habéis que se dijo, no matarás..." Del corazón del hombre sale todo lo bueno y todo lo malo. "No jurarás en vano..." Hoy veo muchos movimientos católicos que quieren revivir el judaísmo. Me quedo asombrado con esto. "Ojo por ojo y diente por diente, pero Yo os digo..." No se debe vencer el mal con el mal, sino el mal con el bien. "Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo, pero yo os digo..." Esto es una superación de la ley antigua. A veces ante ciertos acontecimientos, mi propia naturaleza protesta contra esta petición del Señor. Pero recuerdo: "Padre, perdónalos porque..." Bernanos y el complejo de víctima en el Diario del Cura Rural. "Bienaventurados los misericordiosos..." El Padre vuelve a la crítica del obispo que pide a los jóvenes que luchen contra la violencia de la mujer. Parábola de los invitados a la gran cena. El Padre compara esta parábola con la de los obreros a la viña. La elección de los ministros del Señor es hecha por Cristo en persona. El Padre critica cómo hoy se escogen a los candidatos al sacerdocio, así como a los que van a ser pastores de gran responsabilidad. Los obispos de la antigüedad, como San Policarpo. el martirio de este santo. No necesitamos pastores políticos. "Estos hablan del mundo..." "El mundo os odia porque no sois del mundo..." Los que llegaron a primera hora a trabajar tendrían que ser los más agradecidos. La fe cristiana es para los que saben soportar el peso del día y del calor. Las madres que sufren por sus hijos. Los que sufren, los niños a los que no se les permite nacer. "Te doy gracias, Padre,..." La confusión de la Iglesia actual. "Bienaventurados los que lloran..." Los de la primera hora protestaron sin razón. Se les había encomendado lo mejor. La mayor alegría de este mundo es la de estar junto a Jesús y la mayor tristeza, la de no estar con Él. Hay que seguir la senda estrecha. Recita su poesía: "Ya el gélido invierno alza sus reales..."
Resumen:
Resumen
Comentario Técnico:
Buena calidad de sonido