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Homily

Homily del 5 de abril de 2009

Charla ID:

2009.04.05.H

Título:

La relatividad de las cosas y la necesidad de amar a Cristo

Duración:

0:42:20

Temas:

Palabras Clave:

Fecha Litúrgica:

Texto Bíblico:

Mc 11: 1-11; 2 Tim 4: 7-8

Comentario:

Buena homilía para el público. Al Padre siempre le llamaba la atención desde pequeño la entrada del Señor en Jerusalén, porque era especial. Parece una broma de entrada. El Señor es humano y hace esta entrada, pero en un modo sencillo. Estas multitudes dentro de pocos días van a pedir tu muerte. "Oh Jerusalen, cuántas veces he querido cobijarte..." El Señor no creía en aquellos gritos de triunfo. Todo esto era muy relativo. A las cosas hay que darles su relativa importancia. Si les damos mucha importancia, las sacamos de quicio. La entrada es en plan modesto. El es el Rey, el Mesías, el Dios hecho hombre. "Mi reino no es de este mundo". La idea de reinado no coincide con la idea de poder mundano. Es un reino de amor. Si ponemos demasiado énfasis a las cosas, nos olvidamos de lo único importante, que es amar a Dios. Cada pensamiento que el hombre dedica y no es para Dios, es tiempo perdido, según San Juan de la Cruz. Necesidad de la Presencia de Dios. Necesidad del abrazo tierno a la Eucaristía. "Cristo es nuestra vida". "Marta, Marta, andas..." Estamos demasiado atareados, cuando solo una cosa es necesaria. En el Sermón de la UC resumen sus palabras: "Un mandamiento nuevo os doy..." Historia de los últimos años de san Juan Evangelista y hablaba solo del amor de Dios. Referencia a "Diario de un Cura Rural" y cómo le gusta sobre todo el final. Recuerdos del Padre cuando iba a Madrid y tenía que meterse en casas a dormir que no nos quiere contar. "Todo es gracia". La gracia de Dios nos rodea. La conversación amorosa con Jesús. Las obras de caridad son importantes y pensamos que el amor consiste en esto. Pero son manifestaciones del amor. Pero el amor es algo más que esto. Es lo que nos hace volvernos locos. ¿Hemos amado de verdad? ¿Somos capaces de perdonar a los demás? ¡Padres, perdónalos porque no saben lo que hacen! "Habéis muerto con Cristo..." A la caída de la tarde de nuestra vida seremos juzgados del amor. Desfile modesto de Cristo. Si hemos amado mucho, el amor lo borra todo. La historia de la mujer pecadora y el frasco de alabastro. Dadle importancia a lo que hay que darle importancia. Lo realmente importante es el amor a Jesucristo. El amor sin condiciones. Este es el gran secreto de vuestra existencia. Y luego que os pase lo que sea. "Al que tiene mucho se le dará..." Sois jóvenes ahora y os espera una vida de aventura y de riesgo. El Padre recita la poesía del Río que nace en las altas montañas "Desde las altas cimas de elevadas montañas..." Y comenta los versos. La Iglesia se enfrenta ante una crisis pavorosa. Pero el amor lo puede todo. Debemos ser la luz ante este mundo perverso.

Resumen:

La homilía se centra en el Domingo de Ramos y la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, utilizando este evento para reflexionar sobre las prioridades en la vida cristiana. El Padre describe la entrada de Jesús como peculiar y modesta - montado en un burro en lugar del típico desfile triunfal romano con caballos y fanfarrias. Esta humildad deliberada señala que las manifestaciones externas de poder y gloria son secundarias frente a lo verdaderamente importante: el amor a Dios. El predicador enfatiza que aunque las actividades cotidianas tienen su importancia, no deben distraernos de lo esencial: el amor a Cristo. Cita las palabras de Jesús a Marta - "una sola cosa es necesaria" - para ilustrar que la intimidad con Dios debe ser nuestra principal preocupación. También recuerda las palabras de San Juan de la Cruz: "A la caída de la tarde seremos juzgados del amor". La homilía desarrolla el tema del amor verdadero como entrega total, citando ejemplos bíblicos como la mujer pecadora que ungió los pies de Jesús, a quien "se le perdonó mucho porque amó mucho". El Padre anima a sus oyentes, especialmente a los jóvenes, a vivir una vida de entrega total por amor a Cristo, incluso cuando el camino sea difícil o los frutos no sean inmediatamente visibles. Concluye recordando que aunque el mundo actual presenta grandes desafíos para los cristianos, el amor a Cristo es la fuerza que puede superarlo todo, y los creyentes están llamados a ser testigos de este amor en medio de un mundo que ha optado por la oscuridad.

Comentario Técnico:

Buena calidad de sonido. La traducción al inglés está hecha por Lope.

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