"Tengo misericordia de esta gente". ¿Qué diría hoy el Señor al ver tanta hambre hoy en la gente porque han rechazado la verdadera comida? En aquellos tiempos del Señor la gente no había oído hablar del mensaje del Evangelio. Pero hoy han rechazado el mensaje del Evangelio. Se produce una anorexia espiritual. "El que venga a mi no padecerá nunca hambre". "El que coma mi carne, viviré en él". "Vino a los suyos pero los suyos no lo recibieron". "Los hombres amaron más las tinieblas que la luz". Hoy día se rechaza la luz. ¿Cómo hemos llegado a esta situación? Los hombres prefieren los mitos hoy día. Se ha llegado a esta situación porque el pueblo cristiano ha recibido mala alimentación. Se adultera la palabra de Dios. Se falsifica. Unas veces se presenta en forma de tópicos la Palabra de Dios. Ideas que no dicen nada. "La Palabra de Dios es viva y eficaz..." Hoy día ni es viva ni es eficaz, ni es una espada de dos filas. No afronta los verdaderos problemas de los hombres. Otras veces ya es herético y contrario a las enseñanzas de Jesús. Los pastores se han convertido en mercenarios. Los pastores no se preocupan de alimentar al pueblo con la Palabra de Dios y han prostituido la Palabra de Dios. Un ejemplo: la Iglesia y el clero norteamericano, con la pederastia. Durante años se abrieron las puertas a todos en los seminarios. Y los pastores se preocuparon muy poco de alimentar a esos seminaristas. Y llegaron los problemas. La catástrofe se cernía. El Padre dice que predijo hace muchos años que al catolicismo le quedan 20 años en EE.UU. Y ahora que tienen que soltar dinero, es cuando empiezan a preocuparse. Pues bien, a este mundo hemos de ir nosotros. Una situación más difícil que la que se enfrentaron los apóstoles. "Yo os envío como ovejas entre lobos". Si adoptamos una postura fácil nos encerraremos y no nos complicaremos la vida. Pero nosotros no somos así. Hemos de hacer un gran milagro. Nos perseguirán y nos expulsarán, pero tened confianza. Nuestra aventura es más difícil que la de los apóstoles. Pensad en "El Señor de los Anillos". Hemos de hablar de Jesucristo con nuestras palabras y nuestro ejemplo. "Ay de vosotros cuando los hombres hablen bien de vosotros..." "Yo predico a Cristo crucificado". No hay que andarse con paños calientes. Debemos estar dispuesto a la inmolación, nuestra propia muerte. "Nadie demuestra amor más grande..." Ir a predicar "Bienaventurados los pobres... los que tienen hambre y sed de justicia... los pacíficos, ... los puros". La perversión del sexo con la homosexualidad y el lesbianismo.