El Padre presenta una reflexión sobre la fiesta de Cristo Rey, destacando la paradoja de la realeza de Jesús. Explica que, aunque Jesús es el Rey del universo, su realeza se manifiesta de manera opuesta a los conceptos humanos de poder y grandeza. El Padre contrasta la humillación de Jesús durante su pasión con la verdadera grandeza que Dios valora: el servicio, la humildad y el amor. Utiliza ejemplos como San Francisco de Asís para ilustrar cómo la verdadera nobleza y poder ante Dios se encuentran en la sencillez, la pobreza y la entrega a los demás. Enfatiza que el cristianismo está lleno de paradojas, donde el más grande se hace el más pequeño y el rey se convierte en siervo. El Padre concluye reflexionando sobre cómo Jesús busca reinar en nuestros corazones no por la fuerza, sino por el amor. Contrasta el reinado de Cristo, basado en la verdad, con el dominio del demonio en el mundo, fundamentado en la mentira. Finalmente, subraya que solo el amor y la verdad de Jesús pueden liberarnos y elevarnos espiritualmente.