Para uso interno por el estilo de hablar del Padre. Menciona al Larguito, que dice que en Norteamérica no se confiesa nadie. Menciona que iba en Murcia por la calle y le saluda un condiscípulo suyo del seminario. Se había peleado con el obispo porque no le había dado importancia a unas figurillas pequeñas que hacía del confesionario. Y le preguntó por otro amigo suyo, y resulta que se murió el mes pasado. Menciona a Pedro Javier. Menciona la knosis de la que hablaba Von Balthasar. Comenta algo que pasó ayer cuando Julián echó a los chicos del comedor. Menciona al chico de Cañada, Tony. Luego sale Antonio Parra que podría contar historias de su reciente viaje con el Padre a U.S.A. El sentido de la penitencia se ha perdido también entre nosotros. La historia de un niño que llevaba en el pecho, debajo de la camisa y llevaba unos pinchos secos. Interrumpe preguntando a Julián si funciona el sonido. Ayer se reía con Pedro Javier del comunicado de los jóvenes de Alianza Popular con motivo del nuevo presidente. Comentario de lo bien que lo están haciendo en USA los tres seglares, Faustino, Antonio y Jose Aurelio. Comentario de las lectoras de misa, que tienen piernas feas. El Padre termina la oración y sigue comentando cosas de la meditación que ha dicho antes. Mención a las misas concelebradas que así se hacían antiguamente. La Iglesia primitiva vivían el significado de la concelebración. Pero no hay que pasar de rosca en este tema. Anécdota de su amigo de la infancia que se hizo ingeniero. Prefiere que le lea un segla antes que le lea D. José.