Para uso interno por el estilo de hablar del Padre. El Padre habla sobre la comunicación entre las virtudes naturales y las virtudes sobrenaturales. Hay una virtud natural que se llama la diligencia, y está a medio camino entre la pereza y el atolondramiento. El de la pereza es mucho más frecuente. Los atolondrados son menos frecuentes. La diligencia tiene una serie de virtudes anejas: por ejemplo, el que debemos esperar a los demás y no que los otros nos deben esperar a nosotros. Otra es la previsión. Uno debe ser previsor, por ejemplo, cuando uno va a viajar en avión. El Padre recuerda lo que le sucedió en el aeropuerto de Caracas con D. Manuel a pesar del enfado de D. Paulino. Todas las virtudes naturales son muy importantes. La gente joven aprende con lecciones prácticas. Debemos aprender la lección con sencillez y humildad. Hay personas que viven del show. Y hay que pasar desapercibidos.