Esta homilía continua en la homilía del día siguiente. El Señor quiso que viviéramos una vida muy intensa. "Yo he venido para que tengan vida..." El Evangelio de hoy: "Con gran deseo he deseado comer..." Debemos tomarnos las cosas con seriedad e intensidad. Menciona a la película de anoche, y la comenta, diciendo que es un canto a las cosas bien hechas, al preciosismo "Historia de Tres amores". La importancia que hay que darle a las cosas. La película es un canto al ser y a la belleza de las cosas. El Padre critica a los que hacen las cosas superficialmente. Cuando nos tomamos las cosas por las hojas, en lo superficial, estamos en las antípodas del Evangelio. "Yo he venido para que tengan vida..." El evangelio es un canto a la vida. El Padre concreta esta intensidad en el estudio profundo. Y si no se toma en serio el estudio, no se toma la vida de oración. O nos tomamos todo en serio, o nos tomamos todo en broma. Si no le damos importancia a la fonética, ¿cómo vamos a ser cristianos? Esto está en lo más profundo del evangelio. Cuando no estudiamos, o cuando lo hacemos superficialmente, estamos faltando a algo que es fundamental en nuestra vida cristiana. Hay que vivir con intensidad. El Padre vuelve de nuevo al comentario a la película. Todo el evangelio está lleno de esta vida con intensidad, etc. El que no se toma en serio la vida, no se tomará en serio la belleza del ser.