Para uso interno por el estilo de hablar del Padre. El Padre lee su libro "La Oración" en el capítulo "Las distracciones como elemento de purificación" en las páginas 65-71 correspondientes a la edición del 2002. Y luego empieza leyendo el capítulo siguiente: "Las tentaciones como elemento de purificación". El Padre empieza hablando de la necesidad de la purificación para poder hacer oración. Este proceso purificador se manifiesta también dentro de la misma oración, por ejemplo, con las distracciones y las tentaciones. Menciona el libro de Garrigou Lagrange, "Las Tres Edades de la Vida Interior". El peligro de creerse bueno. Modo de enfrentarse a estas distracciones. No hay que extrañarse que vengan distracciones en la oración. No se trata de aniquilar la memoria y la imaginación. El método ignaciano de la oración. El Padre habla de la ascesis de la imaginación. Distracciones voluntarias e involuntaria y como luchar contra ellas. Cuanto más se progresa en la oración, menos palabras. San Pedro de Alcántara y sus mortificaciones. Los santos son humanos y divinos.