El Evangelio de hoy contiene diversas sentencias acerca del demonio que a lo mejor el Señor las ha dicho en diferentes ocasiones. El Padre no entendía la última sentencia: "Cuando un espíritu inmundo sale de un hombre... y vuelve de nuevo al cuerpo de donde había sido expulsado..." Cuando estamos en pecado mortal y nos confesamos, entonces nuestra alma se queda limpia. Pero el demonio intentará volver de nuevo a nuestra casa. Al volver el demonio se encuentra la casa limpia. Y entonces escoge otros demonios para hacer peor esa casa. El Padre no entendía esto. La razón de esto está en una palabra que da el evangelio que se lee de corrido, pero contiene la explicación. El demonio se encuentra la casa "barrida y arreglada", pero dice una palabra: "Y vacía". Y como se la encuentra vacía, entonces se apodera de él con siete espíritus. Aquí está el tema: puedo perder la gracia de Dios y quedar enemigo de Dios y luego me confieso. Me quedo en paz. El demonio me intentará encontrar de nuevo. Si me encuentra vacío, entonces será peor. No me debe encontrar vacío. Tengo que estar lleno de amor del Señor.