Para uso interno por el estilo de hablar del Padre. Es sobre el plan de vida y para niños. El Padre habla de San Bruno y de las costumbres de los cartujos que se escuchaban cuando él era pequeño. Al Padre le daba pánico pensar en hacerse cartujo. Recuerdos del Padre cuando de joven visitaba Granada con la Señora. Allí vieron la Cartuja, que está medio en ruinas. Lo que más le gustó fue la sacristía, dentro de la Iglesia. Están pintados los cuatro evangelistas y tienen los pies colgando. La sacristía es una obra admirable de marfil. Le llamó la atención una estatua de alabastro. Y era de san Bruno. No era muy grande la estatua. Nosotros no somos San Bruno, pero ojalá que nos de un deseo de mortificación en este ambiente malo. Sufrir por amor al Señor. Y puestos a hacer algo, cumplir el plan de vida. Si no lo hacemos, dejaremos de venir por el piso. El Padre da un repaso al plan de vida. Un niño que viene por la casa y luego vuelve a las antiguas, pasa lo que dice San Pedro: "Aquel que habiendo conocido al Señor luego lo abandona, es semejante al perro que después de vomitar, vuelve al vómito... " "El que pone la mano en el arado..." Hay que encomendarse a este santo.