El Padre empieza hablando de cómo Santa Teresa hacía capillas en su Convento para hacer la oración. Comenta que el Cantar de los Cantares no es del Rey Salomón. Tampoco la carta a los hebreos es de San Pablo. Menciona a Pedro. Explica lo que es un epitálamo. Es un libro sobre el Comentario al Cantar de los Cantares de San Bernardo. Son una exposición mística del Cantar. San Bernardo era un perfeccionista en latín. Hay comentarios de Lope durante la lectura sobre el modo del estudio de la Sagrada Escritura. El Padre explica el tema del Autor Principal de la Biblia y el autor humano. También habla de un sentido místico y literal de la Biblia, y no ve contraposición entre uno y otro, como algunos lo quieren ver. El Padre se ríe de los que hablan del Cantar como un epitalamio. Dice que hay un libro de Feuillet sobre el Cantar que dice que es más que un epitalamio. Los grandes exegetas rechazan lo de "simple epitalamio". El Cantar es la unión mística de Dios y el alma o la unión mística de Dios y la Iglesia. Los Comentarios de San Bernardo eran sermones que luego los pasaba a escrito. El Padre dice que sus comentarios no son tan fantasiosos como los de San Bernardo. Los del Padre son más doctrinales y amazacotados. Los del Padre hay que tener mucha formación filosófica para entenderlas. El Padre dice que sería bueno leer alguno de los comentarios de San Bernardo. Y le pide a D. José que busque los fragmentos de comentarios de San Bernardo en el libro que está leyendo. Apoya la idea de San Bernardo de que hay que hablar en cada fiesta, de la fiesta que se celebra a la hora de dar sermones. San Bernardo era un predicador de primera categoría. Cuenta la historia de cuando San Bernardo estaba predicando y pidió una oración para pedir por su hermano que estaba muriéndose en España. El Padre comenta que le dio mucha devoción ir a Cardeña.