El Padre sigue leyendo el libro de La Oración, capítulo "La imitación de Jesucristo". En la edición del 2002, página 40-41. No hace falta ser perfecto para hacer oración. Menciona a Juandi y Paquito. Hace falta el intento serio de imitar a Jesucristo. "Por sus frutos los conoceréis". Juan Andrés lee los textos evangélicos. "Los frutos del Espíritu son..." El Padre se acuerda mucho de aquello del Señor de lo fácil que es querer a quienes nos quieren. El Padre comenta cada fruto del Espíritu Santo. Menciona a Paquito. Menciona a los carismáticos y su cara de mala uva. Hay muy poca gente feliz. La gente sufre mucho. Habla de la paz. ¿Quiénes son los pacíficos? No son los juan lanas. Menciona a Raúl. "Ipse est pax nostra". Bienaventurados los pacíficos... Los santos vivían estos dones, como San Francisco y el lobo de Bubio. Ahora la paz es una forma litúrgica que no significa nada. "Cuando lleguéis a una casa, decid la paz..." El Padre se ríe mucho de los que tienen carismas. Cuenta el chiste del que conocía muchas lenguas. El Espíritu Santo es algo más serio que todo eso. Luego explica el fruto de la longanimidad. Después afabilidad. Ubi Spiritus ibi libertas. Y también Ubi Spiritus ibi melositas. Templanza. No tiene que ver nada con el macarismo ni con las infladas. Los dones sobrenaturales pueden estar en nosotros a modo humano o sobrehumano. Menciona a Pedrito. Donde no hay espíritu del Señor no hay vida de oración. "El amigo del esposo, que le oye y la acompaña..." "El que es de la verdad escucha mi voz". Mención al "Siempre Alegre" de Urteaga.