Para uso interno por el estilo de hablar del Padre. Los hombres le dan mucha importancia al dinero. Dios pone el dinero en manos de los que menos aman a Dios. Los santos no fueron hombres ricos. La gente de la calle se desvive por el dinero. Nosotros sabemos que las cosas más valiosas son las que no se pueden comprar con dinero. Por ejemplo, la amistad. Y a veces el dinero estorba para conseguir estas cosas valiosas. Pasaje de San Pedro y San Juan: No tengo oro ni plata. El poder de hacer grandes está en contradicción con el tener dinero. Bienaventurados los pobres. Hace un momento Raul y yo comentábamos lo que pasa con las familias numerosas. La gente busca tener más dinero pensando que con eso van a ser más felices. El Padre recuerda su conversación con un hombre: le decía que llevaba una vida de perros por tanto negocios: no como, no duermo, no vivo... Pedidle al Señor que os conceda una gracia: la de comprender donde está la alegría verdadera. El Señor no tenía donde reclinar la cabeza.