El Padre sigue leyendo las folias del Cantar en las páginas 119-121 correspondiente a la edición de 1984. "La oración contemplativa, sin embargo, conoce…" La meditación es una forma imperfecta de oración. Muchas formas de monólogo son aparentes. Si el monólogo es real no habría oración contemplativa sino meditación. Los sentimientos de ausencia son sentimientos de presencia. El silencio de Dios es siempre expresivo. Dios habla siempre a quien quiere escucharlo. Dios está dispuesto a hablar a quién quiere escucharlo. Dios no puede dejar de hablarnos. Nos ha dado su Verbo. El silencio de Dios es otra forma de darnos su Amor. Es un silencio pedagógico. Es un silencio locuaz, expresivo. No secretos en la verdadera amistad. "Yo no os llamaré siervos..." Dios siempre está dispuesto a escucharnos. La oración fervorosa no es la mejor oración. Lo esencial es el amor. El amor se manifiesta en las obras. Ponemos el acento en lo esencial. La caridad y la cohorte de virtudes. No hay obediencia si no se ama. No se vive la castidad si no se ama. Ubi Caritas ibi Deus. Esto es lo decisivo y fundamental. El silencio de Dios en la oración es relativo. La oración contemplativa admite grados. Menciona a Carlos. En esperanza vivimos. Menciona a Antonio. La virtud de la esperanza. El cielo es la coronación de nuestras nostalgias. "En la casa de mi Padre hay muchas moradas..." La esperanza es una caridad que empieza. Es un ya y un todavía no. Así que ánimo muchachos. No hay que desanimarse. Menciona a Daniel. Menciona a Handy. Le decía a Pedrito: habiendo tantas cosas bonitas escritas, ¿para qué escribir más? Son tantos los buenos libros.