Para uso interno por el estilo de hablar del Padre. El Padre sigue leyendo y comentado las folias al Cantar en las páginas 94-95 de la edición de 1984. La amistad con Jesús es como una amistad humana, con alguien que es encantador, pero a lo bestia. "Yo ya no os llamaré siervos..." Como no encuentres amistad humana, jamás comprenderás la amistad con Jesús. Al Padre le encantaba hablar con sus amigos cuando era pequeño y le gustaba llegar a las 2 de la madrugada. No hay nadie que esté enamorado con Jesús que no tenga amigos de verdad muy íntimos puramente humanos. Esto es absurdo. Menciona a Carmelo. "El deseo del amante de recibir el beso..." Dios depende de mí o ha querido depender de mí. Dios da la vida por mí. El Padre daría la vida por nosotros. Dios le pertenece. Can 2: 16. Menciona a Miguel Angel. El Padre cuenta de gracia cuando castigaba a uno dos semanas sin hacer la charla. El Señor quería ser para nosotros. El Señor no hace frases. Cuando dice una cosa, es verdad. Recuerdos del Padre cuando hacía fechorías con sus amigos de pequeños. Nuestra vida es un conjunto de fechorías. Cuando era adolescente, el Señor le concedió un sentido muy íntimo de la verdadera amistad. Y se iba delante del sagrario, con la exposición del Santísimo. Y se le saltaban las lágrimas, pensando que allí estaba el Señor. Era un zagal de corazón. El Padre quería mucho a sus amigos. Menciona a Crisóstomo. La verdadera amistad, cuando conoció al Señor. Y su pandilla se convirtió al Señor porque él se lo pidió. Recuerdo de cuando llegó a Totana ya convertido y le pidió a su pandilla que había que convertirse. Allí fue cuando nos empezamos a conocer. Algunos de mi pandilla son sacerdotes, como Domingo Garre. El Padre se emociona. Muchas risas. Y luego cuenta el chico Andrés que luego se murió.