Para uso interno por el estilo de hablar del Padre. A los escritos místicos se los doy a leer a la gente con cierta precaución porque hay un peligro al leerlos si se olvida lo elemental. No hay verdadera mística que no pase por la cruz del Señor. Toda mística sin cruz es falsa. Al leer el escrito místico podemos querer aprender funciones derivadas sin saber la tabla de multiplicar. Los escritos místicos no tratan del examen de conciencia, o del estudio, o de barrer. Dan por supuesto estas cosas. Si por ejemplo queremos hablar en los escritos místicos de la pobreza espiritual, pero no tenemos en cuenta la cuenta de gastos o pedir permiso para los gastos pequeños, no sirve de nada leer el escrito místico. Yo siempre que escribo de mística procuro no olvidar esto. Queremos empezar la casa por el tejado. Menciona a Daniel. Hace referencia a cómo se deber rellenar el plan de vida por la noche. Somos muy rápidos para irnos a las altas alturas. A partir de aquí el Padre empieza a leer las folias del Cantar en las páginas 79-80 de la edición de 1984, la primera versión del Cantar de los Cantares. "De cualquier manera que sea, lo que la esposa..." El amor es reciprocidad. Nuestra naturaleza fue hecha para amar y ser amada. Quiere sentirse deseada por el esposo. Esto es bastante profundo. El tema del amor de Dios siempre me ha obsesionado. No lo hacemos tangible en nuestra vida y por lo tanto no lo hacemos tangible a los demás.