Spiritual Reading
Spiritual Reading del 22 de marzo de 1981
Charla ID:
1981.03.22.L
Título:
Lectura y comentario al capítulo "Las Bienaventuranzas y la pobreza"
Duración:
0:22:26
Temas:
Palabras Clave:
Fecha Litúrgica:
Texto Bíblico:
Comentario:
Para uso interno por el estilo de hablar del Padre. El Padre empieza a hablar del capítulo "Las Bienaventuranzas y la pobreza" en las primeras frases en las páginas 334-335 de la edición de 1987, La Fiesta de Dios..., y luego se dedica a hablar. La pobreza es el camino único para seguir al Señor. "El que no renuncia a todo lo que tiene no puede ser mi discípulo". ¿Por qué? Las cosas no pueden ser de otro modo. En este mundo el amor requiere la prueba de la fidelidad. El amor no es la fidelidad, pero requiere la prueba de la fidelidad verdadera. Dios se ama a sí mismo y no necesita ninguna demostración. Pero nosotros somos débiles y frágiles. Tenemos que amar a Dios con toda nuestra mente, alma, fuerzas y corazón. La fidelidad requiere pasar por momentos difíciles, obscuros. Si no fuera así, la fidelidad no podría darse. En lo fácil, cuando todo se ve claro, cuando todo rueda bien, tiene muchos amigos. Lo difícil es tener amigos en la desgracia. Tenemos que darle todo al Señor, el apego a cualquier cosa, a las personas, a nosotros mismos. El Señor quiere que le demos todo lo que nos gusta, incluso las cosas buenas. Un amor que no sea probado en la fidelidad, en este mundo, no es amor verdadero. Nos condenamos a no encontrar al Señor y a no ser felices. En este mundo Dios tampoco nos deja completamente satisfecho. Pero en comparación con las demás cosas, las demás cosas nos dejan con amargura, con desasosiego. Deseamos ver una película y cuando la vemos, nos damos cuenta de que no era para tanto. El Padre recuerda que salió en una revista como mejor alumno, y luego se preguntó "y ¿qué?" Pero la insatisfacción de Dios es la del hambre que da más hambre, y la alegría que da más alegría. Esto es imposible explicarlo. El ejemplo de una charla con un amigo agradable. Y llega un momento que se acaba la charla. Siempre te queda un regusto de poco y de que aquello se ha acabado. En cambio, con Dios el regusto que queda es un re-regusto mayor. Es un ansia de más. Cuando intentamos saciarnos con cualquier cosa que no es Dios nos viene primero la amargura de lo desagradable y la tristeza y el vacío. Con Dios, siempre hay alegría, muchas veces sin darnos cuenta. El Padre pone el ejemplo de la oración. "Mi paz os doy, mi paz os dejo..." La cantidad de gente que no tienen paz y no están tranquilos. Nosotros nos reímos de cualquier cosa. Yo siempre tengo jaleos. Ayer me vine de Valencia, loco de alegría y loco de problemas porque tenemos que poner un piso en Valencia. El miércoles me esperan en Madrid. Y con todo y con eso, tengo ganas de reírme y de carcajearme, de tomarme la vida como se la toman Pedro Javier, Juanjo, y Pedro Escribano, que se la toman con filosofía. Pedro Javier que estaba estudiando otra cosa, hasta que se dio cuenta que se tenía que tomar las cosas con filosofía. Yo se lo venía diciendo hace tiempo. Todo esto es fruto de una paz que llevamos en el corazón que ni nosotros mismos sabemos apreciar. Ni nosotros mismos sabemos lo que tenemos. El Padre comenta que a veces nos pregunta "¿No le das gracias a Dios de este don que te ha dado?" La paz es la garantía de la fidelidad. "El que no es fiel en lo poco..."
Resumen:
Resumen
Comentario Técnico:
Buena calidad de sonido