Para uso privado por el estilo del Padre. El Padre lee el evangelio en la misa. El Bautista da un testimonio del Hijo de Dios. Afirma que ese hombre era Hijo de Dios y lo había conocido gracias al Espíritu Santo. Si no somos iluminados por el Espíritu Santo no podemos conocer a Jesús. No podemos conocer a Jesús de una manera especulativa o intelectual porque esta figura transciende a nuestra capacidad intelectiva. Por eso nos quedamos en ayunas si no recibimos la ayuda del Espíritu Santo. Esto tiene mucha más importancia de la que os imagináis. Hace cuatro días buceaba yo en cómo estaba la cristología actual. Y es penoso. La mejor de todas, la pone como hombre y va de chuta. Está todo francamente mal. Cristo es el misterio central de nuestra fe. Leed la primera carta del Apóstol San Juan. Todo está en creer a Jesucristo o no creer a Jesucristo. Y el amor se funda en Jesucristo. Y la presencia del Espíritu en nosotros se manifiesta en sus frutos, la pureza, la generosidad, etc., sin estos frutos jamás conoceremos al Señor. Tenemos que ser humildes. Anoche en una tertulia hablamos de lo que influye la limpieza de corazón para tener una mente sana, claridad de mente. Si el corazón se ensucia con algún apego a personas o cosas, se entenebrece la mente. Y dígase lo mismo de la humildad, de la cruz, de la delicadeza con los demás. Si no dejamos actuar al Espíritu Santo con sus dones, imposible llegar a conocer a Jesucristo. Y toda nuestra existencia depende de esto. Nuestra felicidad depende de nuestro conocer o no conocer a Jesucristo. Nos jugamos nuestra existencia entera. Narración de la curación del ciego de nacimiento. La pregunta esencial: ¿Tú crees en el Hijo del Hombre? ¿Me reconoces como Dios? Y si no conocemos a Jesús, le damos a la gente bazofia. El maestro ciruela, no sabía leer y puso escuela. "Yo lo he visto y doy testimonio de que este es Hijo de Dios". Ayer hablaba con una chica en Valencia que le decía al Padre que estaba harta de oír tonterías. Hay mucha gente hambrienta de Dios. "El os bautizará en Espíritu Santo y fuego". El enamoramiento de Cristo producirá en nosotros el fuego. Un amor convencional, cerebral, no es el verdadero amor. Los discípulos de Emmaus: "¿No notabas como nuestro corazón...?"