Meditation
Meditation del 4 de enero de 1981
Charla ID:
1981.01.04.M
Título:
Comentario al Cantar de los Cantares 1:3
Duración:
0:40:05
Temas:
Palabras Clave:
Fecha Litúrgica:
Texto Bíblico:
Can 1: 3
Comentario:
Aunque no es parte de los escritos del Padre, sin embargo, entra en aquellas charlas que constituyeron la base para el escrito de los Comentarios. Por eso la clasifico en Escritos del Padre. No es para el público porque tiene unas referencias al final para algunos que no han dado su sí al Señor. "Son tus ungüentos suaves al sentido". Esto nos puede llevar a la Persona del Espíritu Santo, al que llaman la Unción. Es la recepción de la Tercera Persona en nosotros, "que ha sido derramado en nosotros" según San Pablo. Nos lleva al tema de la tangibilidad del Amor Cristo. Es real, no es idealista. Esto concuerda con el hecho de que Dios se hizo Carne y habitó entre nosotros. Es un amor de Dios a nuestro estilo. El amor no solo es algo del conocimiento, sino que invade a todo el hombre. Poca gente ama a Dios así. Poca gente se da cuenta de que Dios se hizo hombre en Jesucristo para amarnos así. La mayoría de la gente tiene una idea de Cristo desencarnada. Hay muchos cristianismos desencarnados, que no saben amar a Dios de una forma que invada todo el ser humano. Podríamos meter en esto a los cristianismos de encarnación que alardean de lo que carecen. Tenemos cristianismos puramente especulativos y teólogos que saben mucho, pero sus palabras nos dejan fríos. No nos presentan la figura de Jesucristo. Los cristianismos políticos y socialistas. El Padre se acuerda cuando tenía sus primeras peleas con los profesores de Religión en el Instituto cuando los sacerdotes jóvenes presentaban un Cristo de encuestas. Luego tenemos la concepción de los Cristos moralistas. Cristo es el que nos manda hacer el bien y nos prohíbe el mal. Cristo se queda reducido a un poste indicador de direcciones. Son todos Cristos desencarnados. Olvidan que se hizo hombre para amarnos. El otro día os decía que se tiende a olvidar que Dios es Trinidad, y olvidado el Espíritu Santo, que nos puede hablar de Jesucristo. El otro día escuché que uno de vosotros dijo: "Yo a quién tengo devoción es al Espíritu Santo". No tiene sentido esto. El Espíritu Santo nos habla de Jesucristo. Y el Hijo al Padre. Cuando consideramos a Jesucristo como puro, sin su naturaleza divina, entonces se nos evapora. Jesucristo puro Hombre no tiene sentido. De puro hombre a puro hombre, no hay mucha diferencia. Estos cristianismos desencarnados no conducen a nada. Un Cristo no real o etéreo, es un Cristo falso. Nadie se enamora de un Cristo irreal. Los santos nos hablan de un Cristo que provoca en nosotros una "enfermedad" que nos lleve incluso a la muerte. "Oh, cristalina fuente..." Esto es connatural a las fuentes del Cristianismo. Citemos el caso de María Magdalena, que va a buscar a Jesús. Comienza a llorar amargamente. Este llanto os da una idea de lo que os quiero decir. Recordáis el episodio de la muerte de Lázaro. "El que amas está enfermo". Hay estados de salud que son patológicos. Yo cuando hago mi oración gusto mucho de recordar esta frase del Evangelio. El Señor es un médico muy bueno. Malo sería que no estuviéramos enfermos de este tipo. "Esta enfermedad es para gloria de Dios..." Si yo vivo en plan tranquilo y pasota, si no lloro porque no amo a Jesucristo suficientemente, si me siento "sano", es porque estoy mal. ¿Por qué un amor tan frio a Dios? Hay un episodio del evangelio que no he terminado de entender: María se arroja a los pies y el Señor le dice: "No me toques porque aún no he subido al Padre". Os confieso no sé por qué dice esto el Señor. Pero a lo mejor la clave es que era necesario que Cristo se fuera para que enviara al Paráclito. Sin este Espíritu no se puede hablar o tocar a Jesucristo. Debemos ser conducidos por el Espíritu del Señor. Hay que vivir según el Espíritu de Jesús. Sin el Espíritu de Jesús no amas a Dios. Debo dejarme invadir por el Espíritu de Jesús. Estamos llamados a un amor real, tangible para con Dios. Podríamos hablar de la audición con respecto al Señor como os decía el otro día. "Yo le amaré y me manifestaré a él". Lo mismo con el tacto. Y el olor de Cristo. Lo vamos a dejar aquí. Os he dicho muchas veces que todo intento de hablar de Cristo es un intento fallido. El otro día hablando con uno de vosotros le decía que esto del amor de Dios tangible era la cáscara y no lo profundo. La más bonito del amor se queda siempre en algo indecible. "Aquello que te dije y tú sabes". Me da pena en mi oración cuando pienso en alguno de vosotros y veo que no se le da un sí rotundo a Dios. Yo le pediría a los Reyes Magos este: que el amor sea una realidad.
Resumen:
Resumen
Comentario Técnico:
Buena calidad de sonido. Transcripción hecha con el programa Notta.