Para uso interno por el estilo de hablar del Padre. El Padre lee y comenta un libro sobre la oración. Evitar dos peligros: el farisaico, es decir, utilizar la oración para obtener otro resultado. El peligro pagano: se puede forzar a Dios para algo. La oración y la vida forman una sola cosa. La mística se prueba con la vida que llevamos. Si falla nuestra vida es porque está fallando la oración y viceversa. El Padre luego analiza Lc. 1: 77-79. En el Benedictus encontramos el tema de la iluminación. Y luego analiza Lc. 18: 1-8, la parábola del juez injusto. Referencia a la homilía de la mañana, obrar bajo el imperio del deber. La necesidad del espíritu de oración. No dejar nunca la oración. Los peligros de dejar la oración. Hay que confiar en Dios y saber esperar. La virtud de la espera es fundamental. El peligro de pensar que nosotros sabemos más que Dios. Lee y comenta el pasaje del combate de Jacob y recomienda la lectura de un libro espiritual en francés, Le combat de Jacob. La oración es una lucha seria con Dios, un acto de amor. Pero de amor crucificado. Lo que veíamos de San Francisco de Asis ayer no es una metáfora.