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Homily

Homily del 30 de abril de 1978

Charla ID:

1978.04.30.H2

Título:

La inhabitación de la Trinidad en nosotros

Duración:

0:14:54

Temas:

Palabras Clave:

Fecha Litúrgica:

Domingo 6º de Pascua (A)

Texto Bíblico:

Jn 14: 15-21

Comentario:

Palabras del Sermón de despedida del Señor. Para entenderlas hay que ponerse bajo la inspiración del Espíritu Santo. "...Os dará otro abogado". Los nombres del Espíritu Santo. Produce en nuestra alma la alegría y el gozo. Es el consolador, abogado, el dulce huésped del alma, etc. Este Espíritu permanece en nosotros y está en nosotros. El "en" tiene mucha fuerza. "No sabéis que sois templos del Espíritu Santo..." Donde está el Espíritu está la Trinidad. "Y vendremos a él y haremos en él nuestra morada". El Espíritu Santo nos santifica y produce el amor en nosotros. El mundo no puede recibir al Espíritu Santo. El Padre y el Hijo expiran al Espíritu Santo. Nuestro mundo parece que está más ausente del Espíritu de Dios. Lo vemos esto hoy con la cobardía y el oportunismo y la falta de ilusión en el mundo. Es nuestro mundo el de los pactos. Se pacta con Satanás. Cuando ve los acontecimientos de nuestro mundo, en nuestra Patria, Italia, Europa y el mundo entero, me da mucho miedo. Se pacta con todo. Esau entregó sus derechos de primogenitura por nada. Nuestro mundo ni ve ni conoce al Espíritu Santo. El Señor se manifestará a nosotros, y la razón es porque Él vive y nosotros viviremos. Su propia vida estará en nosotros. "Yo vivo y vosotros viviréis". Entre el Padre y el Hijo hay una comunidad de vida substancial. El Señor compara la sustancialidad de El con el Padre con la nuestra. En la oración debemos pensar en esto, la vida inefable en el seno de la Trinidad. "Ya no soy yo, sino que es Cristo quien vive en mí..." ¿Cuándo ocurrirá esto? "En aquel día..." ¿Cuándo es este día? Por supuesto al día definitivo en el Cielo, pero ya aquí en la tierra hay una participación. "Todavía un poco y el mundo ya no me verá, pero vosotros sí me veréis". Como decimos en las folias, no puede haber amor sin la presencia del amado. No puedo seguir hablando porque me avergüenzo de hablar de estas cosas. El Señor nos ha llamado a la Santidad y a la oración contemplativa, la entrega victimal, y por eso es urgente que le preguntemos de estas cosas en la oración. El Espíritu Santo os lo explicará todo. Es urgente que aprendáis a dialogar en la oración y nos dejemos de tonterías. Y meditar en lo que es importante, Dios. "Señor, háblame de ti"

Resumen:

Resumen

Comentario Técnico:

Buena calidad de sonido. Es la misma charla de 1978.04.30H, pero mejor calidad.

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