Meditation
Meditation del 23 de febrero de 1978
Charla ID:
1978.02.23.M
Título:
La agonía de Cristo y el sufrimiento cristiano como lo específico de nuestra Sociedad
Duración:
0:34:58
Temas:
Palabras Clave:
Fecha Litúrgica:
Texto Bíblico:
Mc 14: 32-43
Comentario:
Aunque utiliza el evangelio de San Marcos para este pasaje, dice que tiene también a la mano los otros dos sinópticos. El sufrimiento es necesario para la vida del hombre. El hombre superficial no sabe sufrir. La angustia del Señor no tiene nada que ver con la angustia pagana. El cristiano sufre pero sin amargura y sin desesperanza. La juventud del mundo, en nuestra patria, y en el mundo, está muy vacía. Los jóvenes son tristones, y ya desde niños apenas si saben reírse. No les apetece ver una película. Recuerda que el otro día vieron en la tele "Las Aventuras de Marco Polo", y había un niño al lado que estaba con un Pulgarcito, pero ni le interesaba la película ni el pulgarcito. Los jóvenes buscan "la carne" y luego la droga. Carlos Prats le decía en el ejército se drogan como una cosa normal. Se desemboca en la angustia de la filosofía moderna. El Padre ha leído mucho sobre los sufrimientos de la Pasión y del Huerto de los Olivos. Menciona los libros clásicos de la Pasión, Santa Gema Galgani, etc. Pero esto está todavía muy lejos de lo que fueron los sufrimientos de Cristo. Nunca terminamos de comprender los sufrimientos nuestros ni de nuestros hermanos. Es tan incomprensible como el pecado. Hoy se cometen pecados por millones. Nosotros debemos adoptar la postura del Señor ante el sufrimiento: oración, y echar manos de sus amigos para ser consolado. Este segundo agarradero le falló, pero no el de la oración. No debemos estar solo, porque el que está solo caerá y no tendrá quien le levante. Vuestros sufrimientos son compartidos por mí. El sacerdote participa de la vida de Jesucristo. "Yo tengo que sufrir en mi cuerpo lo que le falta a la pasión de Cristo". Cuando nos de miedo el sufrimiento, no nos extrañemos. Debemos contar nuestros sufrimientos a Dios y nuestros amigos. "Abba, si es posible aparta de mi este cáliz..." Debemos de aprender del Señor y decid: "que se hagan las cosas como Tu quieres". Nadie nos ama más que Dios. "El Espíritu está pronto, pero la carne es débil" Necesitamos vigilar y orar. Los discípulos se durmieron. Se puede dormir de muchas maneras: en el estudio, en el trabajo... "Sus ojos estaban cargados": El Padre no entendía esta frase, pero explica que estaban saturados de todo, y por la tristeza por el fracaso del Señor. Nosotros también tenemos esto, debido al cansancio. Abandonamos la oración fácilmente. Lee aquí el pasaje de San Lucas sobre la agonía de Getsemaní. "Oraba más intensamente". San Pablo decía que quería completar los padecimientos de Cristo en nosotros. Formamos con Cristo un sólo cuerpo. Lo más específico de lo nuestro es la victimación. La llamada especial de la Sociedad de Jesucristo es la victimación. Por eso somos poca gente. Leeros los últimos capítulos del "Harpa de San Francisco". Los que no saben sufrir cristianamente no han gozado de la vida. "Yo estoy crucificado con Cristo..." El Padre recuerda que no empezó a sufrir hasta los 16 años. Las Bienaventuranzas. En el libro del profeta Daniel dice: "Los que le enseñan a otros el camino de la justicia, brillarán como estrellas radiantes por eternidad de eternidades". El Señor quiso conservar las señales de su Pasión. Solo los que saben amar, saben sufrir.
Resumen:
Resumen
Comentario Técnico:
Buena calidad de sonido aunque se nota que la ventana está abierta y se oyen los ruidos de las motos y los autos.