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Homily

Homily del 29 de enero de 1978

Charla ID:

1978.01.29.H

Título:

El programa revolucionario de las Bienaventuranzas

Duración:

0:27:12

Temas:

Palabras Clave:

Fecha Litúrgica:

Domingo 4º del Tiempo Ordinario (A)

Texto Bíblico:

Mt 5: 1-12

Comentario:

Muy bella homilía del Padre sobre las Bienaventuranzas para el público si no terminara abruptamente. Las bienaventuranzas son un programa de vida. No hay que seguir a falso revolucionarios, que no son más que reaccionarios. El auténtico revolucionario es Jesús. Los hombres buscan la felicidad en el dinero y en el placer y Jesús viene y te dice que está en otro sitio. El Padre recuerda la pobreza de sus indios de la Cordillera Andina. Estaban hambrientos de Cristo. Lloró como nunca cuando tuvo que dejarlos. Eran pobres de verdad. Cuenta la Biblia que después de muerto y resucitado el Señor iban San Pedro y San Juan a orar y había un mendigo.... "No tengo ni oro ni plata..." Historia de San Marín de Tours dándole su capa a un pobre y luego se le apareció el Señor. La promesa de felicidad dada a los pobres. La bienaventuranza a los que lloran. La perfecta alegría de Francisco de Asis y el hermano León. San Juan de la Cruz en los últimos tiempos fue a parar donde el Padre Prior no le tenía mucha simpatía. El Padre dice que le tiene una devoción muy especial a San Juan de la Cruz y lo lee cuantas veces puede. La muerte de San Juan de la Cruz dándolo todo, y pidiendo lo único que tenía, su hábito. "Es que Padre, tocan a maitines..." Estos hombres fueron los más felices. "Dios reservó la felicidad del Cielo para aquellos que..." Hay en él una promesa que nos puede llamar la atención. "Bienaventurados los mansos..." "Aprended de mi que soy manso ..." Adán al principio de la creación, dueño de todo. San Francisco, Señor de sí mismo, y libre de espíritu e imponiéndose a su tiempo. "Bienaventurados los misericordiosos..." Los que tienen un gran corazón para amar a los demás y para saber perdonar. La historia de los galeotes de San Vicente de Paul, fundador de las Hermanitas de la Caridad, cuando vio que le daban los golpes a uno de los galeotes, lo apartó y tomó el remo y soportando los golpes se puso a remar. La muerte de San Vicente de Paul. "Bienaventurados los limpios de corazón..." Una de las cosas que me da más envidia es el rostro de los niños. El rostro de los santos es un rostro angelical. No debería perderse nunca en nosotros. La necesidad de la pureza. Bienaventurados los que sacrifican la carne por amor. Vemos el espectáculo de las juventudes hoy día que buscan el vacío en la droga, en el sexo, y acaban siendo esa porquería humana. Esto es lo que queda de un hombre cuando no ha sabido sacrificar el egoísmo de la carne. Mis hijos no hubieran conocido a Jesús si no hubiera sacrificado el egoísmo de la carne. "Bienaventurados los pacíficos..." Los que promueven la paz porque la tienen en el corazón. La historia del lobo de Bubbio. "Paz hermano lobo..." Nuestro mundo no tiene paz porque no hay muchos hombres pacíficos. "Bienaventurados los que tienen hambre y sed..." En un momento en que en nuestra patria reina el engaño y la mentira. Menciona que Martí le contaba cosas del ejército, con esos médicos que defienden la limitación de la natalidad. La muerte de los niños no es un adelante. Fue el Cristianismo que acabó con la muerte de los niños. El Derecho Romano daba la potestad de reconocer como persona al padre del niño. Vosotros tenéis que ser los verdaderos rebeldes.

Resumen:

El Padre presenta una reflexión sobre las Bienaventuranzas del Evangelio de San Mateo, describiéndolas como un programa revolucionario de felicidad propuesto por Jesús. Explica que, contrario a lo que muchos creen, el cristianismo no solo promete felicidad en el cielo, sino también en la tierra, aunque por caminos diferentes a los que propone el mundo. El Padre enfatiza cómo Jesús revoluciona los conceptos tradicionales de felicidad, bendiciendo a los pobres en lugar de los ricos, a los que lloran en lugar de los que gozan, y a los limpios de corazón en lugar de los que buscan placeres mundanos. Comparte experiencias personales de su tiempo en los Andes, donde conoció a personas que vivían en extrema pobreza material pero poseían una profunda alegría espiritual y cercanía con Dios. Ilustra sus puntos con varias historias de santos, incluyendo a San Francisco de Asís, San Juan de la Cruz y San Vicente de Paul, mostrando cómo estos santos encontraron felicidad verdadera a través del sufrimiento, la pobreza y el servicio a los demás. El Padre concluye argumentando que el mundo actual necesita verdaderos revolucionarios que sigan este programa de Cristo, criticando el falso progresismo y llamando a sus oyentes a ser auténticos revolucionarios que vivan según las Bienaventuranzas, enfatizando especialmente la importancia de la pureza de corazón, la misericordia, y la búsqueda de la paz.

Comentario Técnico:

Buena calidad de sonido. Termina abruptamente, pero casi no se nota. Transcripción hecha por Paulino

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