Primera de las dos meditaciones que da acerca del modo de hacer apostolado y ejercer la autoridad, haciendo uso de abundantes textos del N.T. Empieza con 1 Tes 2, 7-8. San Pablo no quiere hacer valer su propia autoridad, sino que quiere hacerse como una madre que cría a sus hijos. Esta forma de proceder es un eco de las enseñanzas del Señor en Mt. 18: 3, "Si no os hacéis como niños..." Lc. 22: 24 ss: la discusión a ver quién va a ser más importante. Las enseñanzas del evangelio tienen una línea opuesta a lo que pide nuestro hombre bajo y en la práctica del apostolado. "Cuando yo me vaya os enviaré al Espíritu Santo..." Aunque estas cosas os suenen a teoría, cuando seáis mayores os daréis cuenta de lo importante que es. Mt. 20 "El que quiera ser grande sea vuestro servidor... así como el Hijo del Hombre no ha venido a servir..." Esta tiene que ser nuestra forma de proceder. Fijaos cómo el mismo Señor vivió esto: en Filipenses 2: 5-7: "Tened los mismos sentimientos de Cristo Jesús..." El lenguaje de este texto es muy difícil de traducir. Este texto tiene una hondura teológica inmensa. El Padre vuelve al texto primero de 1 Tesalonicenses. Muchos apostolados hoy día fracasan porque están lejos de estos deseos del apóstol. 1 Tes 2: 11-12: "Sabéis que como un padre a sus hijos..." San Pablo se compara a un padre y en una labor individual (a cada uno). La charla y la dirección espiritual ya estaba instituida desde el principio. El apóstol unas vece alienta y otras veces corrige. "Tenéis que andar según vuestra propia vocación". Analiza también Gal 4: 19 "Hijos mío, por quienes sufro de nuevo dolores de parto hasta ver formados..." El apostolado no funciona de modo automático. Menciona de paso un viaje reciente a Madrid. El apostolado no es el resultado de pulsar un botón sino de mucho sacrificio. Nadie se hace santo de golpe sino al final de nuestra vida. La muerte es el último momento para entregarlo todo. El Padre dice que está viendo crecer el Señor en nosotros. Llegar a la madurez es realmente difícil. Pero nos queda mucho por andar. Llegar a ser otros Cristos es un largo camino. Pero no nos desanimemos. Ef 4: 14: "Para que ya no seamos niños que fluctúan..." Palabras que tienen una terrible actualidad. La cantidad de engaños que nos van a hacer caer. Pero confío en el Señor. 1 Cor 4: 14-15: "Yo no os escribo esto para confundiros sino para amonestaros..." Me parece un texto importantísimo.