La lectura presenta dos textos bíblicos fundamentales: la Carta de San Pablo a los filipenses y el Evangelio de Juan sobre la mujer adúltera. El Padre desarrolla principalmente el mensaje de la carta de San Pablo, destacando varios puntos esenciales. En primer lugar, enfatiza cómo Pablo considera todo como pérdida en comparación con el conocimiento de Cristo, llegando a calificar las cosas mundanas como "basura" en contraste con el amor de Jesús. No se trata de despreciar la creación, sino de magnificar el amor de Cristo por encima de todo. El predicador subraya que la santificación no proviene de nuestros esfuerzos personales, sino de Dios mismo, lo cual resulta consolador para quienes han experimentado fracasos. Explica cómo estamos llamados a participar en la vida, muerte y resurrección de Cristo, advirtiendo contra la tentación de confiar en medios puramente humanos (dinero, influencias, poder) para alcanzar objetivos espirituales. Describe la búsqueda de la santidad como una "captura" o "safari espiritual", una aventura que requiere determinación y riesgos, enfatizando la importancia de mirar siempre hacia adelante sin desanimarse por los fracasos pasados. Finalmente, concluye con la importante reflexión de que no somos nosotros quienes elegimos a Dios, sino que Él nos eligió primero, nos "capturó" en Su amor, incluso antes de que existiéramos, lo cual debe ser motivo de consuelo y alegría para los creyentes.