Homilía
Homilía del 5 de febrero de 2012
Charla ID:
2012.02.05.H
Título:
La labor misionera de la Iglesia y la grandeza de ser el último
Duración:
0:46:14
Temas:

Palabras Clave:
Fecha Litúrgica:
Texto Bíblico:
Mt 20: 1-16; 2 Cor 3: 17; Mt 11: 25; 1 Cor 1: 26-27; 1 Cor 4: 9-13; 2 Cor 12: 5-10
Comentario:
Apta para el público. Primera homilía de este domingo. El Padre narra el evangelio del día a su manera. La llamada de Dios a los hombres en diferentes momentos de la vida. Todos los hombres han recibido el ofrecimiento de la salvación de Dios. "Nadie nos ha contratado". El Padre habla de una Iglesia ociosa que no busca salvar a las almas. La labor misionera de la Iglesia. Hoy día se habla de una nueva evangelización. Ya no hace falta la penitencia ni el arrepentimiento. La salvación universal está en contra de la esencia del amor, que es libre. "Ubi Spiritus, ibi libertas". Mención a la novela de Bruce Marshall, "A cada uno un denario". No tiene sentido la queja final de aquéllos que habían soportado el peso del día y del calor. Se tenían que haber considerado más afortunados. Los criterios cristianos no son los criterios del mundo. Pero el nudo de la palabra es la parte final: "Los últimos serán los primeros..." "Mis pensamientos no son vuestros pensamientos" La existencia cristiana es distinta a la existencia del mundo. "Te doy gracias oh Padre..." El Padre lee el texto de 1 Cor 1: 26-27 y lo comenta. Hoy se busca una religión fácil. ¿Quiénes son los necios y los sabios del mundo? Pasa el Padre a criticar la labor de los pastores de la Iglesia. Y luego lee 1 Cor 4: 9. "Vosotros fuertes, nosotros débiles..." Echamos de menos los pastores buenos. La fuerza del cristiano es la cruz. Pero la cruz de Cristo ha sido borrada hoy. Los que hoy se consideran los primeros serán reducidos a la nada.
Resumen:
El Padre ofrece una homilía sobre la parábola de los obreros de la viña. Explica cómo un propietario contrata trabajadores a diferentes horas del día, pagándoles a todos un denario al final, independientemente del tiempo trabajado. Aunque los primeros obreros se quejan por recibir lo mismo que los últimos, el dueño defiende su derecho a ser generoso. El predicador desarrolla varios niveles de interpretación: Primero, relaciona la parábola con la llamada universal de Dios a la salvación en diferentes momentos históricos. Segundo, reflexiona sobre cómo los que trabajaron más duramente recibieron el privilegio de un mayor sacrificio, siguiendo el modelo de Cristo. Tercero, enfatiza el mensaje central de que "los últimos serán los primeros", explicando cómo Dios elige lo débil para confundir lo fuerte. El Padre critica tendencias actuales en la Iglesia que minimizan la necesidad de evangelización y conversión. Destaca que la verdadera fuerza cristiana reside en la cruz y el sacrificio, no en el poder mundano. Concluye recordando que aunque los fieles cristianos parezcan "los últimos" en el mundo actual, serán "los primeros" ante Dios por mantener su fe auténtica. La homilía enfatiza el contraste entre los valores del mundo y los valores evangélicos, insistiendo en que el verdadero cristiano debe abrazar la humildad, el sacrificio y la cruz, aunque esto signifique ser despreciado por el mundo.
Comentario Técnico:
Buena calidad de sonido