Homilía
Homilía del 5 de junio de 2011
Charla ID:
2011.06.05.H
Título:
La regla de oro de la fidelidad a Cristo
Duración:
0:43:38
Temas:
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Palabras Clave:
Fecha Litúrgica:
Texto Bíblico:
Jn 15: 26-27, 16: 1-4, 2 Cor 6: 3-10
Comentario:
El evangelio de hoy está tomado del discurso de la Última Cena dirigida a todos los discípulos de todos los tiempos. La existencia cristiana no es un camino fácil. El Padre lee el Evangelio del día. Os expulsarán de las Sinagogas. Quién se decida a seguir los pasos de Jesús le espera una vida de persecuciones. El mundo no os va a comprender. "Todos los que quieran vivir según Cristo..." "Si el mundo os odia, sabed..." Los cristianos no practicantes. "Vino a los suyos..." Los hombres tendemos a engañarnos. El mundo nunca os va a perdonar. "El que persevere hasta el fin..." Regla de oro: si el mundo nos odia es porque seguimos las enseñanzas del Señor. "Ya sabéis que habéis sido bautizados para participar..." Fin del discurso de la Última Cena: "No te pido que los saques del mundo..." El que se adapte al mundo, traiciona a Jesús. El sacerdote vive en el mundo, pero no es del mundo. "... sabed que también os van a perseguir a vosotros..." "¡Ay de vosotros si los hombres hablan bien de vosotros!" 2 Cor 6: "En todo nos debemos acreditar como ministros de Dios..." La situación del Padre en Cuenca cuando lo echaron del seminario. Al Padre le han juzgado muchas veces. Le acusaban que los niños y los jóvenes le gustaban confesarse con él. No le perdonaron esto sus compañeros. La felicidad en estos instantes solo es percibida por aquéllos que viven la persecución. La caridad sincera, no la solidaridad. Amor verdadero. Recuerdos de la adolescencia del Padre cuando añoraba la amistad sincera. Egoísmo. Predicar la palabra de la verdad. No hay que avergonzarse del Evangelio de Cristo. La maravilla del Evangelio. Es una de nuestras armas. "Predicamos en honra y en deshonra..." Nos interesa solo la opinión que Dios tenga de nosotros. "En calumnia y en buena fama..." El riesgo del cristiano es seguro. Un pobre hombre. "Como pobres, pero enriqueciendo a muchos..." Las miles de horas de confesionario del Padre. La historia de aquel que se confesó con el Padre y no quería perdonar. Bernanos: "Después de la ofensa que le hicimos a Dios..." Damos a los hombres la alegría y la paz. Historia de cuando Churchill, Stalin, cuando se reunieron y se dijo que habría que contar con el Papa. Y Stalin dijo que "cuantas divisiones tiene el Papa.." Heb: "... anduvieron errantes..." La vida de los santos. Esta visión del cristianismo nos proporciona una existencia triste. Pero todo lo contrario: la única alegría, amar a Dios. Esto no lo comprende la gente. La gente busca la felicidad en la droga, en el sexo. El misterio de iniquidad del pecado, M. Scheeben. San Juan Bautista y su muerte. Cristianismo de confort. Ya no se habla del pecado ni de la penitencia. Masonería y la Religión universal. El infierno está vacío. Todos los hombres se salvan. El amor es libertad. No se puede forzar a nadie a amar. Crítica del Padre a la tesis de que todos los hombres se salvan. El amor queda destruido. "Yo he venido a traer fuego..." "Yo he venido a traer vida..." Ha venido a ofrecernos el amor. Nos ha llamado para ser santos. El amor verdadero. Divorcio en la Iglesia: ya no se cree en la perennidad del amor. La participación en la misa. El amor es lo único que da alegría. La vaciedad del corazón humano. San Agustín: "Nos hiciste..."
Resumen:
En su homilía, el Padre reflexiona sobre el Evangelio leído, en el cual Jesucristo advierte a sus discípulos sobre las dificultades y persecuciones que enfrentarán por seguirlo. Esta advertencia, según el Padre, es aplicable a todos los cristianos a lo largo del tiempo. Recuerda que la vida cristiana genuina implica persecución y rechazo por parte del mundo, similar al odio que el mundo tuvo hacia Cristo. Subraya que el verdadero seguidor de Cristo debe estar preparado para el sufrimiento y la incomprensión, ya que el camino cristiano es un camino de sacrificio y amor verdadero. El Padre hace hincapié en que los cristianos no deben buscar la aceptación del mundo, sino ser fieles a las enseñanzas de Jesús, aun cuando esto conlleve ser considerados como enemigos. Cita a San Pablo, quien afirma que todos los que quieren vivir según Cristo padecerán persecución. También menciona que el sacerdote, como cristiano consagrado, debe rechazar los criterios del mundo, manteniéndose fiel a su vocación. El discurso aborda la realidad de las tribulaciones y la necesidad de una caridad sincera y un amor verdadero, distinguiéndolo de la "solidaridad" interesada que busca beneficios personales. Relata experiencias personales de persecución y rechazo, destacando que estos momentos, aunque difíciles, son los que acercan más a Dios y fortalecen la fe. El mensaje final del Padre es que la única verdadera alegría proviene del amor a Dios y el seguimiento de Cristo. Advierte contra las falsas doctrinas que promueven un cristianismo fácil y sin sacrificio, y enfatiza que el amor verdadero solo se da y se recibe libremente. Concluye recordando que la felicidad se encuentra en el amor a Jesús, quien nos llama a vivir en completa dedicación y amor.
Comentario Técnico:
Buena calidad de sonido