Homilía
Homilía del 16 de mayo de 2010
Charla ID:
2010.05.16.H
Título:
La persecución actual contra los discípulos de Cristo
Duración:
0:25:45
Temas:
Palabras Clave:
Fecha Litúrgica:
Texto Bíblico:
Jn 15: 26-27, 16: 1-4
Comentario:
Muy buena homilía y muy bien articulada para el público. La persecución a los discípulos de Cristo está predicha en el Evangelio y es nota constitutiva del buen discípulo. Cristo es el Camino y si Cristo fue perseguido, nosotros también. Es normal que nos asustemos por la persecución, pero hay que confiar en el Señor. Nos persiguen porque no somos del mundo. Cuando la Iglesia está con el mundo ha dejado de ser la Iglesia de Cristo. Para seguir a Cristo se necesita vivir según el Espíritu de Cristo. "Corres bien, pero sed extra viam". Cuando se ama a Cristo, hay que ser como El y participar de la Cruz de Cristo. El Padre cuenta que en su mesa de estudio del seminario puso la frase de los Hechos de los Apóstoles: "Iban los discípulos alegres..."
Resumen:
En esta homilía, el Padre reflexiona sobre un fragmento del discurso de despedida de Jesús a sus discípulos durante la última cena. El mensaje central gira en torno a la persecución e incomprensión como condiciones esenciales de la existencia cristiana. El Padre explica que, según las palabras de Jesús, los verdaderos cristianos serán perseguidos e incomprendidos por el mundo, hasta el punto de que esto puede servir como medida de su autenticidad en la fe. Se enfatiza que los cristianos están en el mundo pero no son del mundo, como lo expresó Jesús en su oración sacerdotal. El Padre critica la tendencia de algunos miembros de la Iglesia que intentan demostrar que están con el mundo, señalando que la Iglesia debe estar en el mundo pero no ser del mundo. Advierte que en la medida en que la Iglesia se alinee con el mundo, se alejará de su verdadera naturaleza. La homilía también aborda el tema del testimonio cristiano, explicando que este debe estar impregnado del Espíritu y reflejarse no tanto en las palabras como en la conducta y las obras. Se recuerda que la vida cristiana es temporal, comparándola con "una mala noche en una mala posada", según Santa Teresa de Jesús, y que los cristianos deben buscar las cosas de arriba mientras reconocen la temporalidad de las cosas terrenales. El Padre concluye reflexionando sobre la importancia de dar un verdadero testimonio de Cristo, señalando que la efectividad del apostolado y la pastoral depende de la autenticidad con que se viva y refleje la vida de Cristo en las acciones cotidianas.
Comentario Técnico:
Buena calidad de sonido