Homilía
Homilía del 15 de noviembre de 2009
Charla ID:
2009.11.15.H
Título:
La madurez en Cristo
Duración:
0:28:31
Temas:

Palabras Clave:
Fecha Litúrgica:
Texto Bíblico:
Mt 13: 31-35
Comentario:
Muy buena homilía para el público. El Padre explica el misterio de la expansión del Reino de Dios en la Iglesia y en el orden individual. San Pablo a los Gálatas: "Hijos míos por los que padezco dolores de parto..."; "Maestros y pedagogos tendréis muchos..." La función de la paternidad espiritual de los Pastores de la Iglesia. La misión del pastor es la de sufrir por sus ovejas. Nuestra madurez espiritual termina con nuestra muerte. Seremos otros Cristo en nuestra muerte. Y debemos ser testigos de Cristo en este mundo nuestro. San Pablo en los Gálatas: "Porque hemos de llevar en nuestro cuerpo la muerte de Jesús..." 2 Cor. "Porque aunque vivimos nos vemos entregados a la muerte..." La gente tiene que conocer a Jesús a través de nosotros. El Cura de Ars. En el Evangelio de San Juan, "Igual que el Padre vive por mi..." "Seréis mis testigos... hasta los confines del mundo". "Vivo yo, pero ya no soy yo el que vive en mí..." Fábula del ciego y la rosa. Huir de la mediocridad. "Yo he venido a la tierra a traer fuego..." "Os bautizará en Espíritu Santo y fuego".
Resumen:
El Padre analiza dos parábolas del Evangelio que ilustran cómo la Iglesia está destinada a crecer, tanto en el aspecto social como en el individual. Explica que la Iglesia como institución ha crecido y se ha expandido a lo largo de la historia, aunque también ha sufrido persecuciones y retrocesos. Se enfoca en el crecimiento del Reino de Dios en el aspecto personal, señalando que los cristianos están llamados a madurar en Cristo y a que Él se forme más plenamente en ellos a lo largo de sus vidas. Cita a San Pablo, quien habla de "sufrir dolores de parto" por sus hijos espirituales hasta que Cristo esté formado en ellos. El Padre enfatiza la importancia de vivir auténticamente las virtudes cristianas y de manifestar la vida de Cristo de manera visible y tangible. Argumenta que el mundo necesita más testigos genuinos de Cristo que vivan su muerte y su vida, en lugar de simplemente discursos y organizaciones. Concluye que las relaciones entre Dios y el hombre son de amor, destinadas a crecer constantemente. Los cristianos están llamados a conocer más profundamente a Cristo, hacer suya su vida y amarlo cada vez más, para así dar fruto que permanezca para la eternidad.
Comentario Técnico:
Buena calidad de sonido. Hacia final del minuto 22, se oye unas respiraciones del Padre o el movimiento del micrófono en la ropa del Padre.