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Homilía

Homilía del 1 de enero de 2008

Charla ID:

2008.01.01.H

Título:

El sentido de la auténtica obediencia a Dios

Duración:

0:20:19

Temas:

Palabras Clave:

Fecha Litúrgica:

Texto Bíblico:

Lc 2: 21

Comentario:

La vida cristiana está llena de aporías que el hombre carnal no las puede comprender. El evangelio de hoy nos presenta a nuestro Señor cumpliendo la ley. Explicación de la circuncisión. La virtud de la obediencia. Obediencia a su Padre y a las leyes humanas. "Mi comida es hacer la voluntad de mi Padre". Se somete a las leyes civiles y eclesiásticas. "Cristo se hizo obediente hasta la muerte y muerte de Cruz". La consideramos como virtud pasiva, pero en realidad es activa. Virtus en latín es fuerza. Hace mucha fuerza para llevar a cabo las virtudes. La virtud de la obediencia se fundamenta en el amor. El amor supone la entrega a la persona amada. La voluntad se debe entregar por amor. "Es más feliz dar que recibir". En el amor tiene prioridad de naturaleza la capacidad de entregar. La prueba de esto es que el Espíritu Santo es llamado "Don". Es la entrega absoluta infinita del Padre al Hijo y del Hijo al Padre. Narración de la parábola de quién encuentra la moneda perdida y convoca a todas las vecinas. Es la alegría del Padre que se asomaba para ver si su hijo pródigo regresa. "Había muerto y ha resucitado". Es la Alegría del Buen Pastor. La alegría de perderlo todo por amor frente a lo que el mundo hoy piensa, es lo que nos llena de gozo y felicidad. Narración del pobre y el Rey de Tagore. "Beatius is dare quam recibire". Cristo entrega a su madre y a Juan en el momento de la Cruz. Y la suma pobreza, entregando su propio amor al Padre. "En tus manos encomiendo mi espíritu". Dios se entrega en totalidad a ti y sin condiciones. La obediencia que Dios nos pide es algo personal. Obediencia del Padre a su párroco cuando no le dejaba predicar al principio. Dios quiso que el Padre se sometiera a esa prueba. Hay que compartir los sufrimientos de Cristo. El sacrificio de Abrahán con su hijo. La confianza en Dios tiene que ser "spem contra spem". Poesía de San Juan de la Cruz: "Pues si ya en el ejido... me hice perdidiza y fui ganada" De aquí las aporías de la existencia cristiana. "No es que seamos llamados hijos, sino que lo somos".

Resumen:

El Padre expone una reflexión profunda sobre la obediencia cristiana, tomando como punto de partida el episodio evangélico de la presentación de Jesús en el templo. Explica que la idea cristiana está llena de aparentes paradojas que solo pueden entenderse desde la fe. Destaca cómo Jesús se sometió a la obediencia desde su nacimiento, tanto a las leyes divinas como humanas, culminando en su máxima expresión con su muerte en la cruz. Enfatiza que la obediencia, lejos de ser una virtud pasiva, es una virtud activa fundamentada en el amor. Explica que el amor implica la entrega total a la persona amada, incluyendo la propia voluntad. Esta entrega, según el Padre, produce una alegría especial, citando la frase de Jesús "es más feliz dar que recibir". Ilustra este concepto con varias parábolas evangélicas sobre la alegría de perder y encontrar, y con la historia del poeta Tagore sobre el mendigo y el rey. El Padre complementa su explicación con experiencias personales, incluyendo sus primeros años como sacerdote, para demostrar cómo la obediencia y la aparente pérdida pueden conducir a mayores ganancias espirituales. Concluye reflexionando sobre cómo la verdadera obediencia cristiana requiere una confianza total en Dios, incluso cuando parece ir contra toda lógica humana, como en el caso de Abraham. Finaliza su mensaje destacando que esta comprensión de la obediencia y el amor es parte fundamental de la belleza de la existencia cristiana.

Comentario Técnico:

Mala calidad de sonido. Se puede poner al público si se arregla el sonido. Como si se grabara desde lejos, y se oyen muchos tosidos y ruido de fondo. A partir del 19:30 se debe cortar si se pone al público porque el Padre se dedica a alabar la fiesta en el Pedregal de la noche anterior.

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