Para uso interno por el estilo de hablar del Padre. Noche maravillosa. El gozo de verdad, exclusivo y propio de aquellos que reciben al Espíritu Santo. Conmemoramos que Dios se hizo hombre y habitó entre nosotros. Para mí, esta noche es la más extraordinaria del año. Para la Sagrada Familia, Jesús y María, fue una noche en la que, cosa propia de la existencia cristiana, se dio a la vez el máximo gozo y los mayores sufrimientos. La alegría de María al ser la Madre de Dios. Pero esto vino precedido de sufrimientos intensos por ambos cónyuges. A lo largo de mi vida he tenido de comprobar muchas especies de Nochebuena. Algunas parecen de novela. Pero que le hicieron pensar en las vicisitudes de la Nochebuena primera. No hay intensos gozos sin profundos sufrimientos. Dios me ha concedido esa gracia. Cuando era niño gozaba extraordinariamente con esta noche. Otras veces he pasado noches de navidad extrañas y angustiosas. Narración de lo que le pasó en Venezuela en su primera noche de Navidad. "Para los que aman a Dios todo contribuye para su bien". Narración de su parroquia de Venezuela. Techo de uralita. Barrio de delincuencia y prostitución. La campana de la torre era un hierro en un árbol. No iba nadie a misa. Nadie moría de muerte natural. Iba por las calles convocando al pueblo. Existía un enorme respeto al sacerdote. Se llevaba una guitarra, con una silla, y se ponía a cantar. La gente acudía. Risas. La historia de la misa de Gallo en aquella parroquia. Todo el mundo iba con botellas de alcohol. El villancico: "Yo no me explico cómo el lorito puede comer teniendo un agujero debajo del pico". Se negó a celebrar la misa y le amenazaron con pegarle fuego a la Iglesia. Tenía su coche de trece o catorce manos. Descripción del coche. Sin cenar, sólo, pero estaba contento. Y a las dos de la madrugada, se regresó a casa. No ha sido la única navidad así. ¡Cuánto nos acercan a Dios este tipo de navidades, como la primera Navidad! En Tambo. Narración de la casa de Tambo y la iglesia. Su ventana daba al cementerio. Mucho frio y las nubes. Dormía con siete ponchos. Oía el ruido de las escaleras. Yo no tenía miedo. Fui muy imprudente. De ningún sitio me he ido tan destrozado como cuando salí de Tambo. Estuve cuatro meses. Me adoraban. Me llamaban taitito. Salió del pueblo de noche. Allí en Tambo a las pocas semanas ya tenía un grupo de niños haciendo oración. Historia del niño de Tambo que iba a ser su criado. Era gente encantadora. No me faltaba nadie a misa. Se llenaba la Iglesia hasta el púlpito. Los amenazaba cuando se emborrachaba. Se acuerda de un juicio de un matrimonio, donde la esposa tenía que vivir con la madre del marido. El Padre le dijo al marido que tenía un mes para construir una choza e irse a vivir con él sin la madre del esposo. El era un madrero. Me daban muchos regalos, como un huevo duro. Pero siempre feliz. Los liturgistas dicen que la fiesta más importante es la de la Resurrección, pero la más entrañable es la de Nochebuena. Comenta conversación con un chico en el Pedregal. Comenta una charla del Padre con el Padre Faustino, que le comentaba sobre un colegio de los legionarios de Cristo. Sobre el dinero de los legionarios de Cristo. Yo insisto mucho en las charlas que seamos pobres y que no seamos muchos y que no tengamos muchas cosas. Esto sistemáticamente destruye una familia espiritual. Esto se ve en todas las órdenes religiosas. No podéis servir a Dios y a las riquezas. El dinero corrompe. El papá de D. Octavio le decía al Padre que la tentación del poder es más grande que la tentación de la lujuria. Menciona a Paulino que dijo que estos días Dios se hace hombre y el Corte Inglés de oro. Os he contado anécdotas, pero no las más importantes. Me voy a morir habiendo vivido una vida muy intensa. Dios me ama, aunque soy un pecador. Le he pedido a la Virgen miles de veces que ruegue por mi en la hora de mi muerte. Me encomiendo a San José también. Tened una noche feliz. Me iré sin saber qué vais a cenar esta noche.