Hombre extraordinario que ha suscitado controversias y que algunos intentan minimizar. Problemas que suscita San Juan de la Cruz: de la nostalgia por la santidad. Solamente hay una tristeza, la de no ser santos. El de la verdadera santidad. El de la vida activa y la vida contemplativa. El Señor lo resolvió en el episodio de Marta y María (Lc 10: 41-42). Lo más importante es la oración y después las demás actividades que cobran importancia por la oración (I Cor 13: 2). En la vida de San Juan de la Cruz no hay contraposición, el gran místico es también hombre de gran actividad, como Santa Teresa, la mística y la monja andariega. Perfecto balance entre vida contemplativa y vida activa. El problema del amor y el desprecio de las cosas creadas. El problema de la aparente contraposición entre San Juan de la Cruz y Santa Teresa. Ambas espiritualidades son complementarias y bendecidas por la Iglesia. San Juan de la Cruz que tanto sufrió es también el santo de la alegría, como San Francisco (Flp 4: 4).