Homilía
Homilía del 9 de marzo de 1987
Charla ID:
1987.03.08.H
Título:
Fidelidad a la Iglesia
Duración:
0:14:21
Temas:
Palabras Clave:
Fecha Litúrgica:
Domingo 1º de Cuaresma
Texto Bíblico:
Mt 4: 1-11
Comentario:
Ser fieles a la Iglesia a pesar de lo que vemos y escándalo de los pastores. Es una breve homilía añadida a la meditación del día. Se centra en la 3ª tentación. No buscar puestos de importancia. No ser bobos para conocer lo que vemos, pero tampoco rebeldes. la reforma debe empezar por nosotros mismos. Continuación de la meditación del día. No la pondría al público por lo del comentario de Lutero. Creo que el Padre cambió de opinión sobre esto más tarde. Las tentaciones son útiles. Por ejemplo, la última tentación: todos estos reinos te los daré si me adoras. ¡Qué fácil caer en esta tentación! Si te arrodillas ante el sistema, subirás. Si no te arrodillas, serás perseguido. Vamos, hombre, dobla la rodilla un poco y serás alabado. "Me he reservado 7,000 varones que no han doblado la rodilla ante baal". La tentación de convertir las rocas en pan, hay que luchar contra el culto a la personalidad. "No os dejéis llamar Padre..." Lo que a la gente le entusiasmaba de San Francisco, era la presencia de lo divino. Hace falta ser muy pequeñito para comprender esto. Comentario del Padre cuando el Papa Pablo VI suprimió la silla gestatoria porque le parecía un signo de ostentación. Le pareció bien, aunque sintió cierta nostalgia. Pero si se suprime un montaje por otro montaje, entonces no está bien. El ministro de Dios tiene que ser un canal de conducción para Dios. Pero recordemos que la Iglesia está regida por pastores y a nosotros no nos toca el juicio sobre los pastores. Se nos ha dicho que sigamos a nuestros pastores sin más. La jerarquía de la Iglesia es de institución divina. Que la Iglesia sea santa y pecadora estaba en el plan divino. Y cuando las cosas no discurran según nuestros modelos, no podemos revelarnos contra esas cosas. No arreglemos una cosa mala con otras cosas malas. No podemos ser rebeldes a la jerarquía. Lutero tenía mucha razón en las cosas que dijo, pero perdió toda la razón cuando se separó de la Iglesia. Hemos de morir en el seno de la Iglesia. Cuando veamos que muchas cosas de la Iglesia no nos gustan, solo tenemos un camino: esas cosas torcidas tienen que reformarse primero en nosotros. La reforma personal de los propios reformadores. Lo que Dios me pide es mi reforma personal. No dejemos de ver las cosas como son, ni seamos tontos, pero la desobediencia tampoco es evangélica. Nos pone usted en el dilema. El problema no se resuelve saliéndose del Evangelio. El problema se resuelve quedándose dentro del problema y reformarnos cada uno. Hay que ser fiel hijo de la Iglesia. Cuando yo me muera, nunca podréis decir esto.
Resumen:
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Comentario Técnico:
Buena calidad de sonido