Meditación
Meditación del 22 de julio de 1984
Charla ID:
1984.07.22.M
Título:
Ahogar el mal con la abundancia de bien
Duración:
0:34:13
Temas:
Palabras Clave:
Fecha Litúrgica:
Domingo 16º del Tiempo Ordinario (A)
Texto Bíblico:
Mt 13: 24-30
Comentario:
Conviven en nuestro corazón lo bueno y lo malo. Se puede estar haciendo algo bueno, con un objetivo malo. La oración o la mortificación porque nos vean. El estudio por alguna razón que no sea el Señor. Pero parece que el significado de la parábola va por otro camino: el padre de familias les dice que no arranquen la cizaña porque sería peligroso arrancarla y perjudicaría a la buena hierba. No se arranca esa cizaña, así que el significado es más bien hacia nuestro mundo. Convivencia en el mundo del bien y del mal. Del Espíritu y del Anticristo. Vais a tener que vivir en ese mundo. Y el Señor lo ha advertido: Ovejas en medio de lobos. No arrancar la mala hierba por lo tremendo, por la violencia, por los métodos radicales. No hagamos el mal para conseguir el bien (San Pablo). Hay muchos hoy día en el mundo eclesiástico que echa por ese camino. Referencia a la Revolución de la Teología de la Liberación (sin nombrarla). Mejor, ahogar el mal con la abundancia de bien. Cuando muramos, que la gente recuerde que esos ojos y esa boca, habían sonreido y mirado con amor tantas veces durante la vida. En este mundo existe mucho el mal. Pero cuanto má hagais el bien, tanto más suscitareis la aparición del mal. Se puede ver en el versículo 26. La cizaña aparece cuando crece la hierba y da fruto. Momento clave para entregarse al Señor en medio de las dificultades. Pobreza y renuncia que es la que puede salvar a nuestro mundo. Consigna que el Señor nos da para nuestra aventura. No hace falta que seamos miles de miembros en la Sociedad que llevemos el mensaje de las bienaventuranzas. Mientras el mundo ama de una manera que es egoista, el mal vencido difundiendo el bien.
Resumen:
El Padre analiza la parábola del trigo y la cizaña, explicando que su significado principal no se refiere a las tendencias buenas y malas dentro del corazón humano, sino a la convivencia del bien y el mal en el mundo. Destaca que Dios no quiere que se arranque la cizaña prematuramente, lo cual indica que: 1. No se debe combatir el mal con violencia o métodos radicales. 2. El mal solo puede vencerse con la abundancia del bien. 3. Los cristianos deben convivir en un mundo donde abunda el mal, sin tratar de eliminarlo por la fuerza. 4. Cuanto más se difunda el bien, más oposición suscitará. El Padre enfatiza que en un mundo materialista y hedonista, se necesitan personas radicalmente comprometidas con la pobreza, la pureza y la entrega total a Dios. Concluye que la verdadera revolución cristiana consiste en responder al mal con bondad extraordinaria, alegría y fe, siguiendo el ejemplo de los santos, en lugar de recurrir a la violencia o el compromiso político.
Comentario Técnico:
El sonido es bueno, pero se oye de fondo un ruido constante.