Para uso interno por el estilo de hablar del Padre. El Padre habla de la importancia que tiene que escuchen las charlas que él da porque también a él le cuestan mucho trabajo, aunque sean largas. El Padre continua con el tema de la meditación de la mañana. El Padre nos avisa del peligro de hacer el mensaje divino un mensaje humano, o hacer de Cristo un discípulo de Marx. Por ejemplo, el Padre habla de la diferencia de la alegría humana y la alegría divina cuando uno trata con los jóvenes. Los Padres de la Iglesia hablan de la alegría cristiana como algo que sale de lo más profundo del corazón. Es imposible describir esto si no se vive. "Son tus amores más suaves que el vino..." "El amigo del esposo... " "Yo no beberé más de este vino..." La borrachera tendría que ser la condición normal del cristiano. También sucede esto con la justicia, la justicia divina y la justicia humana. Hoy día los eclesiásticos nos hablan de la justicia y la alegría puramente humana y no nos hablan de las virtudes del evangelio, como la pobreza. Y ¿por qué no nos hablan de la pureza? Y no nos hablan del sufrimiento y del valor de la cruz. "Bienaventurados los que lloran..." El verdadero pasto que Cristo ha querido darle a sus ovejas. En vez de ovejas, nos quieren tratar como a cerdos. "Yo he venido para que tengan vida..."