Para uso interno por el estilo de hablar del Padre. El conocimiento de los apóstoles del Señor fue progresivo. Su conocimiento no llegó a su punto máximo hasta después de la Resurrección del Señor. Pero tener un conocimiento acabado del Señor es muy difícil. Si ya es difícil conocer la naturaleza humana, ¿imaginad cuánto sería conocer la naturaleza divina? Y se necesita el elemento determinante para conocer al Señor: El Espíritu Santo. Nadie puede conocer al Señor si no es en el Espíritu Santo. Y es muy necesario dejarse conducir por el Espíritu del Señor. El Espíritu Santo se conoce por sus frutos. Hace falta la luz de la fe para llegar al conocimiento acabado de Jesús. La divinidad cara a cara nos está vedada. Dependiendo de nuestra recepción del Espíritu Santo, así conocemos a Cristo. Por eso los santos conocen al Señor mejor que nosotros. "Os conviene que yo me vaya..." El pasaje del ciego de nacimiento cuando se reencuentra con Jesús. "Ninguno de nosotros vive para sí.."