Homilía
Homilía del 21 de diciembre de 1983
Charla ID:
1983.12.21.H
Título:
La armonía entre lo sobrenatural y lo natural en el evangelio
Duración:
0:13:18
Temas:
Palabras Clave:
Fecha Litúrgica:
Miércoles de la 4ª Semana de Adviento (II)
Texto Bíblico:
Lc 1: 39-45; 1 Jn 1:1
Comentario:
Muy buena homilía para la gente, a pesar de una expresión "con lo cual nos tocamos las narices". La compenetración de los dos mundos, el sobrenatural y el natural. Y esto llama la atención en el evangelio, donde esos dos mundos aparecen juntos y en armonía. Se ven en el pasaje del evangelio de hoy, la visitación. A nosotros nos cuesta trabajo esto, y tendemos a hacer una unión artificial de esos dos mundos. Esto lo vio el Padre en las largas explicaciones que le deban en el seminario para explicar el hecho de la anunciación. La Virgen María procedió de la única forma sensata que se podía hacer. Nos cuesta mucho trabajo lo que tiene de natural lo sobrenatural. Otro ejemplo: cuando San Juan Bautista manda a sus discípulos para ver si era Jesús el Mesías. Otro ejemplo: cuando el Señor se quedó dormido en la barca. Nos cuesta trabajo entender lo humano de lo divino. Y es porque nosotros no estamos sumergidos en el mundo de lo sobrenatural. Desde el momento que el Verbo se hizo carne, se hizo natural un montón de cosas. Por eso cuando los curas, nos ponemos a predicar a la gente, nuestros sermones suenan a artificiosos: hay un hiato entre el mundo de lo sobrenatural y el mundo de lo natural. El sacerdote tiene que ser Pontifex. La luz vino a las tinieblas pero las tinieblas no lo aceptaron.
Resumen:
En este discurso, el Padre reflexiona sobre la interconexión entre lo sobrenatural y lo natural en el Evangelio, destacando cómo estos dos mundos, aparentemente distantes, se entrelazan de manera armoniosa tras la Encarnación del Verbo. Explica que, aunque seguimos siendo criaturas, estamos elevados por la gracia al orden sobrenatural, compartiendo de alguna manera la vida de Dios. El orador señala que a menudo nos resulta difícil comprender lo sobrenatural y tendemos a complicarlo innecesariamente. Utiliza ejemplos del Evangelio, como la visita de María a Isabel y las dudas de San Juan Bautista, para ilustrar cómo lo divino y lo humano, lo sublime y lo cotidiano, están íntimamente conectados. El Padre critica las interpretaciones complejas y artificiales de eventos bíblicos, argumentando que la realidad suele ser más sencilla y cercana a la experiencia humana. Sugiere que nuestra dificultad para entender lo sobrenatural se debe a nuestra falta de inmersión en ese mundo, y que una vida de fe más sincera y una práctica seria de la oración nos ayudarían a comprenderlo mejor. Finalmente, el orador enfatiza la importancia de que los sacerdotes actúen como verdaderos "pontífices", conectando lo divino y lo humano. Concluye recordando que, aunque lo sobrenatural es inefable y maravilloso, también es accesible y cotidiano para nosotros gracias a la Encarnación del Verbo.
Comentario Técnico:
Buena calidad de sonido