Me siento retratado en este ciego. Intentar ver que también es la figura de vuestra propia vida. Me da pena ver que sin daros cuenta estais viviendo también de miserias y mendrugos que os arrojan los mayores. Colegio, maestros, ambiente... que os engaña y os manipula. Os quiero mucho y por eso os advierto. Seguía preguntando el ciego, incluso aunque no le hacían caso. Hasta que alguien se lo dijo y comenzó a dar gritos. El Señor pasa alguna vez a nuestro lado. Siempre habrá alguien que nos lo diga. Mendigo valiente y osado fue este mendigo ciego. Hay muchas cosas que tratan de callarnos por fuera y por dentro. Solo quedarán los valientes. Muchas cosas que por dentro nos tiran para evitar la entrega. Nombra a Lope en Burgos. Siempre el Señor manda a alguien. A Don José a Abanilla. O al Padre a América. El ciego arroja todo lo que estorbaba. Yo recuerdo cuando dejé la carrera para ir al sacerdocio. Todos os pueden estorbar. Pero el ciego llega hasta el Señor. Y el Señor le pregunta y lo cura. No le dice qué quieres que yo te dé, sino qué quieres que yo te haga. (Hace llamado a que no lo distraiga alguien). Lo primero que vio el ciego fue el rostro del Señor. El verdadero protagonista es el camino. El camino de la película El Mago de Oz, de losas amarillas por el que seguían los héroes de la película. Cita a un niño de Abanilla, muy apegado a su pueblo. Los caminos están para recorrerlos. Cuando yo muera: Vengo con las manos vacías, Señor, pero he recorrido un largo camino, buscándote. Andar abriendo caminos, caminos sobre la mar. Decidirse a seguir al Señor. En vuestro caminar vosotros sí que teneis que ser valientes. Camino recorrido codo a codo con vuestros hermanos. Si vas hacia el otero....