El Padre sigue leyendo las folias, por un breve rato, y luego usa el resto del tiempo para hablar de la santidad. La santidad y el heroísmo es para todos. Hay que ser normal y no estrafalario. La santidad clamorosa y llamativa de San Juan Bautista comparada. Menciona a Octavio y Raniero. Y esta santidad es comparada con la santidad humana de Jesús. El macar y el canutero pueden ir juntos. El falso macar es un canutero. Menciona a Carmen. El Padre menciona el follón que tuvo con algunos de nosotros cuando nos dio por no comer. El macar no está dispuesto a ser dócil. Ama más su macarismo que la entrega dócil de su voluntad. La gente decía de Jesús que era un comilón. "El bautismo de Juan ¿era de Dios o de los hombres?..." Había una mentalidad en la gente del pueblo de admiración al Bautista que no existía a Jesús. Lo más difícil es darle al Señor la voluntad. Fijaos en la santidad de la Virgen María. Nada hubo en ella de estrafalario o llamativo. Su humildad supera a cualquier otro don. El macar que ama su macarismo es el anti amor. La caridad es la señal de que allí está Dios. Dios ve con buenos ojos que todos nos sometamos a la obediencia. "Mi comida es hacer la voluntad de mi Padre" "Se anonadó..." Hay que contrastar todo en la dirección espiritual. De nuevo sigue el Padre leyendo las folias. La petición de San Pedro de ir caminando por las aguas no llamó la atención del Señor. No nos dejemos llevar demasiado del complejo de miedo. Ejemplo de un Obispo que va a la ONU y utiliza un lenguaje con categorías que le puedan aceptar. Supongamos a San Pablo predicando en la ONU. "Yo predico a Cristo crucificado..." Narración del discurso de San Pablo en el ágora. Vamos a vivir un mundo muy difícil. Debemos ser muy exagerados y extremistas en nuestro hablar. Debemos ser poetas y soñadores y místicos. Hace referencia a sus folias "Las Señales del Mundo". Si lo que le vamos a dar al mundo no se sale del mundo, entonces nada tenemos que decirle al mundo. Tenemos que predicarle a Jesucristo, que es el escándalo de la Cruz. El evangelio es la buena nueva, resaltando la nueva.