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Homilía

Homilía del 10 de septiembre de 1982

Charla ID:

1982.09.10.H

Título:

La pureza de corazón como fundamento de la claridad de ideas

Duración:

0:07:47

Temas:

Palabras Clave:

Fecha Litúrgica:

Viernes de la 23ª Semana del Tiempo Ordinario (II)

Texto Bíblico:

Lc 6: 39-42

Comentario:

Corta homilía con un mensaje muy bueno para el público. El Señor nos llamó a ser sus discípulos y ser proclamadores del evangelio y de la buena nueva. Como un ciego no puede guiar a otro ciego, entonces no podemos guiar a los demás si fuéramos ciegos. Importante que tengamos la mirada limpia y la mente clara. Hay que tener limpieza de corazón. "Los limpios de corazón ven a Dios". Vamos a vivir en un mundo confuso y de mucha manipulación. La técnica pone unos medios para engañar a los hombres. Hará falta gran claridad de mente, de ideas y de criterios. Y para ello es necesaria una claridad de corazón. Y una claridad de corazón a través de la ascesis. Entrar en la celda y barrer. Y sobre todo la oración donde se ve la claridad de ideas. El Paráclito os conducirá hasta la verdad completa. Si no limpiamos nuestros ojos, no limpiaremos los ojos de nuestros hermanos, como dice el evangelio de hoy. En un mundo sucio y confuso, hará falta una gran pureza de corazón para tener una claridad de ideas. El mundo y la juventud nos van a necesitar. Cada día nuevas desgracias.

Resumen:

En su charla, el Padre enfatiza que, debido al inmenso amor del Señor, hemos sido llamados por vocación a ser sus discípulos más íntimos y guías de otros, conduciéndolos hacia Dios y proclamando el Evangelio. Subraya que para ser guías efectivos, debemos primero limpiar nuestra propia visión y mente, ya que un ciego no puede guiar a otro ciego. Esto implica tener un corazón limpio, pues la claridad de mente y visión está intrínsecamente ligada a la pureza del corazón. En un mundo cada vez más confuso y manipulado, la clara visión y la mente lúcida provienen de un corazón puro, logrado a través del autocontrol diario, la ascesis, y la oración constante, donde Dios nos brinda claridad y guía. El Padre enfatiza la necesidad de confrontar nuestra mente y corazón con el Señor en oración para evitar la hipocresía y ser verdaderos guías espirituales. A medida que el mundo se vuelve más sórdido y confuso, es crucial mantener una gran limpieza de corazón y claridad de ideas, las cuales se alcanzan a través de la gracia divina y la lucha diaria por la pureza. La juventud, en particular, enfrentará desafíos mayores y necesitará líderes con claridad y pureza, capaces de señalar el camino correcto con una visión limpia y una mente lúcida, obtenida mediante la comunión con Dios en la oración y en la Eucaristía.

Comentario Técnico:

Buena calidad de sonido. Transcripción, resumen y traducción hechos por ChatGPT.

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