El Padre lee las folias y hace sus comentarios especialmente al tema del trabajo serio y con ilusión . En nuestros hermanos podemos descubrir la presencia de nuestros hermanos. La esposa ha decidido entregarse al Amado. "He aquí que estoy a la puerta..." El Esposo se ha ido. Nos creemos que la vida es fácil. Los pretextos de la esposa para seguir al Esposo. La Esposa no debe buscar las caricias del Amado sino al Amado. El amor empieza a aquilatarse cuando llega la hora de las dificultades. "Le busqué mas no le hallé..." El Esposo tiene que ser buscado con ansias. "El reino de los cielos padece violencia..." Uno debe vender todo lo que tiene. No es una búsqueda para los que han perdido el ímpetu del primer amor. El pasaje de Pedro andando por las aguas. La búsqueda del cristiano de hoy día a Dios. El Padre comenta la labor del laico en el mundo. Debemos huir de la tentación de la provisionalidad. Cristo todo lo hizo bien. Hemos de echar toda la carne en el asador. Estudiar la carrera con interés y pasión. Las cosas merecen ser amadas en la persona a la que se ama. Las cosas tienen un vestigio de Dios. Haciendo bien las cosas, amamos también a Dios. Recuerdos de cuando Paulino hacía ensayos con la caña para pescar. Menciona a Tino. Hay una continuidad entre el amor natural y el sobrenatural. En el hombre hay una potencia obediencial para lo sobrenatural. Esto forma parte de nuestro espíritu. No tenemos ni vestigio del maniqueísmo. De nuestro espíritu forma parte el amor a las cosas. Hay que poner toda la ilusión en todo. No hay que apegarse a nada. Pero hay que tratar las cosas con amor. Habla de que tiene que hacer un viaje a Valencia. Hay que tratar bien el coche. Lo mismo la pesca. El Padre sigue leyendo sobre la labor del laico. Desterrar la idea de que de laico haces las cosas mal, pero que luego de sacerdote las harás bien. Si me ordeno de sacerdote siendo orgulloso, seguiré siendo orgulloso. Las virtudes no caen por la chimenea. "Siervo bueno y fiel..." La fidelidad se demuestra en la lucha. El Padre termina hablando de que él nos llama a una mística muy elevada. Y por otra parte hay un tremendo realismo del Padre: no llama a los éxtasis. El Padre siempre ha sido muy realista en el tema de la espiritualidad. El amor a las cosas cotidianas. Este es un camino seguro y real.